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Andy Summers, legendario guitarrista de The Police y por ende del rock inglés, ha reflexionado sobre el “extraño tipo de karma” que lo conecta con Robert Fripp, y ha recordado que se quedó atónito cuando escuchó recientemente 12 temas que grabaron en los años 80, y que decidió no publicar en ese momento.
El guitarrista de Police creció en la misma zona del suroeste de Inglaterra que su homólogo de King Crimson. Summers era un músico súper experimentado en el momento en que entró en Police.
Había tocado con Zoot Money´s Big Roll Band – favoritos de los mods en los primeros sesenta- que mutaron en los sicodélicos Dantalian’s Chariot. También estuvo brevemente en The Soft Machine y The Animals. También tocó con Kevin Coyne, Jon Lord, David Essex, Neil Sedaka y Kevin Ayers, y participó en la rendición orquestal de 1975 de “Tubular Bells” de Mike Oldfield.
A principios de los 80 Fripp y él decidieron colaborar en un par de álbumes de corte experimental, “I Advance Masked” y “Bewitched”, pero llegaron a grabar un tercero que jamás vio la luz. Hasta ahora, momento elegido por Fripp para lanzarlo en una box set que saldrá en septiembre, después de que Summers le enviara las cintas máster.
Va a ser dentro de la reedición ampliada de ‘I Advance Masked’ a 3 CDs donde se van a poder escuchar esos doce temas inéditos. La reedición saldrá en el el sello de Robert.
En una nueva entrevista con Ultimate Guitar, Summers, que se describió a sí mismo como productor de facto de las sesiones, ha dicho que ha merecido la pena la espera.
“Estaba bastante… no sé, quizás ‘sorprendido’ es una palabra demasiado fuerte, pero lo conseguimos y me quedé un poco atónito; son grandes temas”.
“Pensé: ‘Dios mío, ¿por qué no las pusimos en un álbum?’”.
Al reflexionar sobre su encuentro con Fripp, Summers dijo:
“Ambos veníamos de la misma ciudad inglesa, y él era este otro chico del que había oído hablar, pero nunca lo había conocido… Lo extraño fue que toqué en un hotel. Tenía como 16 años, y conseguí un concierto y me convertí en músico profesional a los 16 en este grupo de hoteles, hasta que me echaron por perseguir a las chicas allí. Fripp me reemplazó. Fue un tipo de karma extraño: se convirtió en el siguiente guitarrista y era un guitarrista muy diferente”.
“No recuerdo mucho más de lo que pasó entretanto, excepto que muchos años después me ayudó; me consiguió un concierto antes de que entrara en The Police. Había vivido en California, luego volví a Inglaterra y había toda una escena en Londres. Conocí a Robert una noche, y estaba tratando de empezar a tocar de nuevo en Inglaterra, y él me puso en contacto”.


Cuando The Police estaba en la cima de su carrera, Summers sintió el deseo de “hacer algo más fuera de la banda, solo para demostrar que podía hacerlo”. Admitió que fue en parte porque se había “acostumbrado a tocar las mismas canciones de The Police una y otra vez”.
Se le ocurrió la idea de trabajar con Fripp, “particularmente porque teníamos ese vínculo local en nuestras vidas”. La pareja empezó a trabajar junta en Nueva York y, tras acordar que el proyecto tenía potencial, decidieron instalarse en su país natal, Inglaterra.
“Había un pequeño estudio de grabación, dirigido por un tipo con el que crecimos”, recuerda Summers.
“Se llamaba Arny’s Shack, un pequeño estudio de grabación peculiar. Era una especie de excéntrico. Fumaba una pipa mientras grababa. Llegamos allí y empezamos a trabajar en las cosas”.
Después de que se lanzara “I Advance Masked” en 1982 y “Bewitched” dos años después, no se supo nada más de la colaboración de Summers y Fripp hasta que un miembro del equipo de Fripp preguntó recientemente por las cintas maestras, y posteriormente limpió una docena de pistas que habían quedado en el archivo.
“Bueno, fue sorprendente”, dijo Summers sobre volver a revisar los viejos temas.
“Pensé: ‘Dios, ¿por qué no hicimos esto? ¿Por qué las estaba tirando?’ Porque yo era básicamente el productor. Pero al escuchar algunas de estas canciones todos estos años después, pensé que las escucharía y pensaría: ‘Oh, Dios mío, bueno, ya veo por qué. No eran buenas. Son terribles. Por eso no las usamos’”.
“Pero no lo eran. En realidad, todas son muy parecidas a las otras que sí publicamos. Y, Dios mío, es un buen álbum. Así que quién sabe a dónde irá esto”.