Rachel Weisz ha demostrado que el azul marino es una opción más entre las más elegantes
En la 81ª edición del Festival de Cine de Venecia, la alfombra roja ha brillado con una dosis extra de glamour gracias a la presencia de Rachel Weisz, quien acaparó todas las miradas acompañada por Daniel Craig. La Mostra de este año quedará para la posteridad con hitos como el ascenso imparable de Inés de Ramón, la actual pareja de Brad Pitt, que ejerce como Directora de Ventas y Relaciones Públicas en la prestigiosa joyería Anita Ko o la increíble ovación de 17 minutos –sí, más de un cuarto de hora entre vítores– a Pedro Almodóvar por su primer largometraje en un idioma que no es el castellano, concretamente en ingles, La habitación de al lado. Además de estos momentos para el recuerdo, looks como el vestido de Nicole Kidman de Schiaparelli o el top de joyas de Cate Blanchett. Asimismo, las lentejuelas han ocupado el lugar que merecen y Julianne Moore y Rachel Weisz han brillado con ellas y con sus vestidos.
El estilismo de Rachel Weisz consistía en un vestido largo en color azul marino y en tejido de lentejuelas. En cuanto a las características del diseño destacaba por su longitud hasta los tobillos cuya falda incorporaba un corte en forma de cola de sirena que potenciaba un posado espectacular. Acompañada por su esposo, el actor Daniel Craig, la actriz se robó el espectáculo en una noche en la que todas las miradas estaban puestas en ellos. Su vestido también potenciaba un escote muy favorecedor en forma de corazón que destacaba la gargantilla en plata por la que optaba la actriz nacida en Londres.
Weisz, conocida por su elegancia innata y su impecable estilo, optó por un diseño que fusionaba a la perfección lo clásico con lo contemporáneo. Un traje digno de alfombra roja y alejado de lo común. El vestido gracias a su corte limpio y sin ornamentos permitía que el foco se mantuviera en la textura brillante de las lentejuelas, eso sí, todas las miradas recayeron en ella. Daniel Craig, por su parte, complementó a la perfección el look de su esposa con un esmoquin blanco que potenciaba el contraste con el azul marino. Ambos demostraron, una vez más, por qué son una de las parejas más admiradas de Hollywood.
En cuanto al look beauty, Rachel optaba por dejar su melena suelta y confiar en una raya al lado y ondas ondas al agua al lado contrario de cabello dejándolo reposar sobre su cara. El maquillaje destacó al más puro estilo hollywoodiano y unos poderosos labios rojos se fusionaban con el tejido de su vestido haciéndola brillar más aún.