Recomendaciones: Robbie Robertson
Richard Manuel, más conocido como miembro fundador, pianista y cantante de The Band, va a ser el protagonista de un nuevo libro que se centra en sus composiciones e interpretaciones a lo largo de su carrera, “Richard Manuel: His Life and Music, from the Hawks and Bob Dylan to The Band” del autor Stephen T. Lewis, a la venta 28 de mayo de 2025 a través de Schiffer Books.
El anuncio de la editorial señala que el libro analiza la carrera de Manuel con comentarios de expertos, al tiempo que arroja luz sobre sus contribuciones a todas sus bandas y sobre el innegable impacto que tuvo en la música rock. El pianista, baterista ocasional y uno de los tres vocalistas principales de The Band se suicidó el 4 de marzo de 1986. Tenía sólo 42 años.
El comunicado de prensa de la editorial explica:
“Manuel era un original intrépido. Con un dulce sentimiento como vocalista y una entrañable creatividad como compositor y multiinstrumentista, fue una parte vital de algunos de los momentos cruciales del rock and roll, como el controvertido paso de Bob Dylan a la música eléctrica, Woodstock 1969 y el legendario The Last Waltz”.
El libro incluye nuevas entrevistas con familiares, amigos y compañeros músicos, como Eric Clapton y Van Morrison. En el recuerdo el fabuloso dueto de Richard y “Van The Man” en “4% Pantomime” en el cuarto álbum de The Band, “Cahoots”, todo fuego y pasión.
La historia narra el viaje de Manuel desde Stratford, Ontario, hasta Woodstock, Nueva York, y más allá, comenzando con su primera banda, The Revols, y luego cantando blues con Robbie Robertson, Levon Helm, Rick Danko y Garth Hudson en The Hawks, los acompañantes del rocker Ronnie Hawkins, el grupo que luego se convertiría en The Band.
La influencia de Manuel fue profunda, su distintiva voz infundía emoción y profundidad a las canciones, escúchese la conmovedora versión de The Band de “I Shall Be Released” de Bob Dylan, y su composición floreció en fantásticos clásicos como “Tears of Rage”, coescrita con Dylan, y “We Can Talk”.
A pesar del éxito, Manuel luchaba contra demonios personales, la adicción y la confusión interna, hasta que en 1986 no pudo más.