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Los 94 episodios que conforman ‘Sexo en Nueva York’ no están repartidos de forma perfecta en sus seis temporadas. La serie alcanzó un número medio de 18 episodios, pero tuvo una temporada final más larga de 20 episodios, y una inicial algo más corta, con 12.
La que realmente tuvo una duración inusual fue la quinta temporada. Contando con tan solo ocho episodios, la temporada es también notoria por ser considerada una de las peores por los fans, con habituales discusiones al poco avance que supuso en las tramas y a cómo manejaron a sus personajes.
La razón tiene que ver con Sarah Jessica Parker, la actriz estaba embarazada durante el rodaje. Sabiendo que en algún momento sería imposible de ocultar, se decidió parar la producción y acortar dramáticamente la temporada, terminando lo que tenían planeado en la sexta y última.
El embarazo fue imposible de integrar en la ficción o en la producción
Las series se encuentran constantemente con esta situación. Es algo que muchas han resuelto con creatividad, como creando tramas que justifiquen la ausencia de una actriz o filmándolas ocultando su barriga, por ejemplo con atrezzo. En ‘Anatomía de Grey’ se volvieron expertos en esto, con más de una veintena de embarazos reales ocultos al espectador.
La cosa era más compleja para la serie de Darren Star. Con un reparto menos coral, era más difícil justificar una ausencia y más la de Carrie, y el hecho de que la serie filmase habitualmente en localicaciones reales dificultaba la jugada del atrezzo. Solo su vestuario se adaptó a prendas algo más anchas y de vuelo que le permitieran ocultar la barriga cuando aún era pequeña.
Mientras que Carrie nunca llegó a estar embarazada en la serie, curiosamente la trama principal de Miranda aquella temporada giraba alrededor de su nueva maternidad. Esto coincidió con un embarazo real que la actriz tuvo también durante el rodaje, que en su caso sí se decidió introducir en la trama.
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