El estilo de Dua Lipa es una delicia en constante evolución
Cantante de profesión, prescriptora literaria en sus ratos libres, y una amante absoluta de España (su incipiente dominio del castellano lo confirma), es también uno de los iconos de moda de los que probablemente no nos despegaremos jamás. Su estilo es un motivo de análisis continuo y, últimamente, hemos podido ver una serie de cambios que no han pasado desapercibidos.
La primera pista de este giro es que Dua Lipa ha dicho adiós recientemente a su melena pelirroja –coloración que vino de la mano de su último álbum, Radical Optimism– y la ha sustituido por un tono chocolate oscuro, que corresponde con su color de pelo natural. Por supuesto, esto no ha sido más que un adelanto, ya que sus últimos looks se mueven por una gama cromática que incluye al negro y al rojo como protagonistas, y que grita femme fatale (algo goth) se mire por donde se mire.
Todo comenzó con su concierto íntimo en el Royal Albert Hall. Acompañada de un coro y una gran orquesta, la cantante impresionó con un estilismo customizado con el que parecía rendir tributo a Jessica Rabbit. Su estilista, Jahleel Weaver, se las ingenió para conseguir un rediseño del look 51 de la colección Alta Costura primavera-verano 2001 de Jean Paul Gaultier. Aunque el vestido encorsetado de Lipa adquiriera esta vez un color rojo (frente al rosa palo original), este formó parte de una colección a la que Vogue definió en su época como “más ligera y romántica” en comparación al resto de desfiles del creador. Además, a la cantante no le faltaron tampoco las joyas (de Tiffany & Co) ni la capa de gasa y los guantes, que esta vez, a diferencia del desfile de principios de los 2000, fueron reinventados en color granate.
Matthew Baker/Getty Images