Vogue España celebró anoche la segunda edición de su Gala de Día de Muertos. La Casa de México en España volvió a ser el escenario de una noche llena de color, música, tradición y mucha, mucha magia. Diseñadores, actrices, artistas musicales y otros personajes del mundo de la moda y el entretenimiento, entre los que se encontraban Ester Expósito, Irene Escolar, Manuela Velasco o Natalia Lacunza, se dieron cita en una cena íntima y exclusiva cuyo menú corrió a cargo del aclamado restaurante Puntarena –ubicado en la planta baja de la institución– y en la que actuó, en directo, el artista Carlos Rivera. En la planta baja del edificio comenzó, tras la cena, una fiesta al más puro estilo de México a la que asistieron un centenar de invitados.
El ya icónico Altar de Muertos de la Casa de México recibía a los asistentes, que lo convirtieron en una especie de photocall improvisado. La creación, que año tras año cambia su temática y aglutina a una infinidad de curiosos que se acercan a admirarlo, fue uno de los grandes atractivos de la noche. En 2024, la composición –diseñada por Eugenio Caballero, uno de los directores artísticos más destacados de México– se inspira en el viaje del mundo de los muertos al mundo de los vivos a través de los sentidos.
Durante la celebración no faltó un solo detalle para hacer de esta una noche inolvidable. En la barra de Don Julio, expertos cocteleros preparaban en directo Palomas y Spicy Margaritas para todos los asistentes; dos bebidas perfectas para acompañar las delicias del Pacífico que salían sin descanso de la cocina de Puntarena. Así, los invitados pudieron degustar algunos de los bocados estrella del restaurante mexicano: del Ceviche de lubina al Cremoso de camarón sobre totopo, el Crocante de atún o los Tacos de pescado. Como guinda, se sirvió uno de los postres tradicionales mexicanos, el Pastel de elote con tres leches.