Kaia Gerber se coronó como una de las invitadas más elegantes de la noche
Multitud de caras conocidas dentro del mundo de la moda y el entretenimiento desfilaron ayer por el Museo de Arte del Condado de Los Ángeles (LACMA), pero hubo una que logró destacar por encima de todas, y esa fue Kaia Gerber. Aunque actualmente esté más enfocada en su carrera como actriz, la top puede pavonearse de brindar constantemente looks de alfombra roja capaces de abrir bocas, lo que significa que su estatus en el mundo de la moda, sin duda, se mantendrá intacto durante mucho tiempo.
El ceñido Chanel blanco con el que homenajeó a su madre, Cindy Crawford, y su Givenchy de archivo (obra de Alexander McQueen) al más puro estilo My Fair Lady en la Academy Museum Gala 2024, son sus dos últimas (y brillantes) apariciones por la red carpet, a las que ahora añade esta última, con un impactante diseño de Gucci en un suave verde pastel.
Cubierta por completo de pequeñas lentejuelas y flecos, Gerber parecía una sirena recién salida del mar gracias a la tonalidad aguada del vestido y a su silueta ajustada. No obstante, no era una sirena cualquiera, sino una inspirada en las primeras décadas del siglo pasado, algo que se podía percibir tanto en el patrón en el que estaban configurados los brillos del vestido y en las copas que engalanaban su pecho, como en el final de la falda, cubierta de finas plumas.
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