Hay por tanto, un resquicio de liberación en el mundo de la urgencia “creada”, que surge cuando se sitúa la mirada lejos de la moda rápida. Y de las redes sociales. “Las tendencias y las modas siempre han estado ahí, pero antes tenías que recurrir a revistas, libros o viajes para inspirarte e ir adaptando tu estilo según tus gustos y necesidades”, detalla Antolín. “Ahora, es tan sencillo como coger tu iPhone, meterte en TikTok y ver qué está pasando al otro lado del mundo”.
Instagram content
This content can also be viewed on the site it originates from.
Estas nuevas herramientas de comunicación favorecen como pocas la difusión y transmisión de las microtendencias. “Siempre hay algo nuevo y diferente de lo que hablar. Y creo que esto contribuye a que las tendencias de moda cambien tan rápido, ya que los consumidores buscan continuamente nuevas inspiraciones”, considera Lapuerta. “Entretanto, hay tendencias que se quedan y otras que desaparecen en cuestión de semanas. La ‘Mob Wife Aesthetic‘ es un buen ejemplo de ello”, opina.
Pero hay otras fuerzas que también contribuyen a nuestras fascinaciones momentáneas. “Lo que se ponga Bella Hadid va a funcionar seguro; por eso las firmas están dispuestas a invertir dinero y recursos en que alguien como ella se ponga sus nuevas creaciones. Es un gran negocio”, concede la periodista y consultora de moda. De hecho, fue precisamente la hija de Yolanda Hadid quien se encargó de favorecer el despega imparable de las omnipresentes Samba; poco después, hizo lo propio con el modelo SL72. “Este último año hemos notado un aumento de su demanda coincidiendo con el momento en el que Adidas comenzó a fortalecer su comunicación. El furor se hizo aún mayor a principios de año cuando vimos a Hadid luciendo un par por las calles de Nueva York y ahora la demanda es brutal”, certifica Antolín, que es testigo de cómo la tienda de zapatillas en la que trabaja las vende cada vez con más facilidad.