Nina Bouraoui, escritora: “Perder a un padre es perder una parte de ti misma”

«No se trata de un epitafio”, advierte la autora, “esta historia contiene todos los pasos de mi padre, todos sus suspiros, hasta el último”. En la habitación 119 del Centro de Cuidados Paliativos Jeanne-Garnier de París, mientras su padre agotaba los últimos días de su vida, la escritora Nina Bouraoui (Rennes, 1967) se encontró lidiando con su propio dolor, el de quien se queda junto al vacío del otro. Un dolor tan voraz, descarnado e insólito como para hacerle des- cubrir una nueva dimensión de la memoria y –también– de la escritura, que adoptó forma propia en las páginas de Un gran señor, el título que publica ahora en castellano la editorial Tránsito.

Nina Bouraoui escritora “Perder a un padre es perder una parte de ti misma”

“Al principio fue difícil escribir sobre la muerte de mi padre, sobre ese tiempo tan corto y a la vez tan largo, sobre ese entorno extraño, el lugar de cuidados paliativos donde todo parecía a la vez sobrenatural e hiperrealista. La enfermedad, la muerte, evoca no solo un dolor inmenso, inconsolable, sino también preguntas existenciales”, cuenta la autora francesa a Vogue España. “Perder a un padre es perder una parte de ti misma. Estaba, y todavía creo que estoy, en estado incompleto. Para mí, la escritura pertenece a la esfera del deseo, de la sensualidad. La muerte te priva de ella. Debía reunir todas mis fuerzas para volver a aquella habitación, para abrir esa puerta y mirar de nuevo a mi padre. Después, durante el proceso de escritura, había una forma de gracia; él estaba de nuevo vivo, presente. Una segunda dificultad apareció entonces; no quería terminar el libro, no quería dejar ir su mano”.

En Un gran señor, Nina Bouraoui no solo toma con fuerza la mano de su padre, Rachid, sino que invita con generosidad a sus lectores a revisitar junto a ella recuerdos –algunos propios, otros legados en los relatos de él– y a apreciar en la historia de una relación padre e hija destellos que son universales. En la narración de aquellos once días de agonía final de su padre, en las entradas y salidas del centro, en conversaciones con amigos, familiares o desconocidos que la acompañan en el trance, hay algo lo suficientemente potente como para conectar los duelos de todos los huérfanos del mundo. “Pienso que la escritura no salva a su autor. Cuenta con un alcance más universal. Existe para iluminar la soledad de su lector y para apaciguar su pena. Un autor es un mensajero. Al escribir sobre mi duelo, he escrito para el duelo de los hombres y mujeres que me leerán. Lo comprobé con el lanzamiento, en los festivales y encuentros en librerías. Todos los huérfanos se reconocían en mis palabras. Era muy fuerte”, comparte Bouraoui visiblemente emocionada. “Puedo decir que he comulgado con todos los desconocidos que han venido a escucharme o me han leído”.

En el libro, ideas sobre la identidad, sobre las raíces, salen a flote. Preguntas sobre quiénes somos cuando las personas que guiaron nuestra infancia no están ya para recordarlas. “El personaje de la amiga recuerda a su padre desaparecido y compara la muerte con un tejado que sale volando. Es justo así. Me siento al descubierto, más frágil a veces pero también más fuerte, porque hoy ya sé lo que es imposible saber si no has perdido a un progenitor. Es un evento que desordena la existencia, que interroga sobre el sentido de la vida. Al acudir cada día junto al cabecero de mi padre, experimenté la consciencia de mi propia finitud”.

Ver fuente

Farándula y Moda

Entrada siguiente

Ariana Grande asegura que le gustaría colaborar con Rosalía

Mié Nov 13 , 2024
Comparte en tus redes sociales Ariana Grande y Cynthia Erivo están en plena promoción de la película de ‘Wicked’, el musical basado en El Mago de Oz. En una de las interacciones con la prensa en la alfombra roja, ambas estrellas no han dudado en responder que la persona con […]

Puede que te guste