Hablemos de autoestima, de validación externa y del peligro de tomar decisiones según la opinión de los demás
¿Alguna vez has tomado decisiones pensando en que es lo que los demás esperan de ti?, ¿vives pendiente del qué dirán?, ¿te preocupan demasiado las críticas? Es agotador, porque además de que jamás le darás gusto a todos, tampoco sentirás que estás viviendo conforme a tus deseos y eso te irá generando cada vez más malestar e insatisfacción. Comprender de dónde viene esa constante búsqueda de la aprobación externa es vital para dejar de hacerlo, sobre todo porque habla de una baja autoestima e incide directamente en tu propia libertad.
Pese a que somos seres sociales y es normal que nos interese la opinión de aquellos a quienes consideramos importantes en nuestras vidas, debemos aprender a distinguir esa delgada línea en la que podemos llegar a perder nuestra identidad. Lo cierto es que crecemos influenciados por el entorno, lo que vemos y oímos de nuestros padres, empieza a formar nuestras creencias y formas de ver el mundo. “En la infancia no tenemos la capacidad de cuestionar la información que recibimos, y nadie nos enseña a buscar nuestras propias respuestas. El problema aparece cuando, siendo adultos, seguimos sin hacerlo, viviendo la vida que se espera que vivamos. Seguimos buscando la aceptación y el reconocimiento de los demás, queriendo encajar a toda costa, olvidándonos de nuestros intereses y de nuestro verdadero ser”, explica María de Mondo, autora del libro ‘La opinión de los demás está de más’.
Estudió derecho y ADE, pero no tenía claro si trabajar en finanzas era lo que de verdad quería, por lo que le dio un giro radical a su vida y se formó en coaching ontológico y psicología. Ahora divulga contenido sobre salud mental y bienestar, y nos explica que creamos nuestra propia percepción del mundo en relación de las etiquetas que nos han puesto, las experiencias que hemos vivido y cómo nos han hecho sentir los demás, y a menudo, suspendemos en autoestima, ya que no nos hemos sentido valoradas. “Me gusta hablar de amor propio, entendido como el amor incondicional hacia uno mismo, con nuestras luces y nuestras sombras, nuestros aciertos y nuestros errores, sin entrar en juicios de valor que nos hagan tambalearnos según la experiencia vital del momento”.
Si no tenemos una autoestima fuerte y seguimos viviendo conforme a esas etiquetas que nos pusieron de pequeñas, es muy difícil encontrar nuestra verdadera esencia, identificar lo que queremos de lo que no, incluso tomar decisiones vitales sin sentirnos abrumadas. “La consecuencia de prestar demasiada atención a la opinión de los demás, es que te pierdes a ti misma viviendo la vida que se espera que vivas. Dejas de ser libre y fiel a ti misma, poniendo tu autoestima en manos ajenas. Al final, te pasas la vida esclavizada intentando gustar a todo el mundo”.
Señales de que te importa demasiado lo que piensan los demás
- Cuando tienes pensamientos en bucle sobre la imagen que has proyectado o la opinión que puedan tener los demás sobre ti.
- Necesitas pedir opinión para cualquiera decisión que quieras tomar.
- Evitas expresar tus pensamientos o emociones por miedo a ser juzgado.
- Te cuesta decir no y poner límites.
- Evitas tomar riesgos por miedo a fallar.
- Tienes miedo a ser rechazado.
- Te comparas con los demás con frecuencia.
- Buscas la validación o aprobación ajena en aquello que haces.
- Priorizas a los demás antes que a ti.