Kate Middleton ha vuelto a su apretada agenda, y lo ha hecho con la visita de Estado del emir de Catar a Gran Bretaña. Hoy ha tenido lugar la ceremonia de bienvenida, una ocasión en la que hemos podido ver a los príncipes de Gales (en representación de Carlos III) dar un cálido recibimiento tanto al emir Tamim bin Hamad Al Thani como a su esposa, la jequesa Jawaher bint Hamad bin Suhaim.
Para la ocasión, Kate se ha decantado por uno de sus colores fetiche desde que volviese a la escena pública. El burdeos es una de sus apuestas de cabecera a la hora de vestir, tanto en combinación con otros colores como en clave total look, como ha hecho hoy. La princesa de Gales ha llevado el tono hasta sus últimas consecuencias. El estilismo estaba integrado por un abrigo con un doble cuello, tanto cruzado como con solapa, ligeramente entallado en cintura, firmado por Sarah Burton para Alexander McQueen. Le añadió un tocado con lazada trasera (de Sahar Millinery), unos guantes de piel y un bolso guateado de Chanel, casando prácticamente el mismo tono. El foco lo ponemos en las botas altas que incluyó Middleton: de punta afilada, incluían un tacón ancho y una caña ligeramente arrugada. Su color ha sido nuestra máxima obsesión en zapatos de 2024: además del marrón, es el matiz más visto y popular del otoño. Lo acompañó de joyas de la difunta Isabel II, concretamente unos pendientes con forma de perla y su gargantilla de perlas japonesas.
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