¿Tienes el pelo ‘en pausa’? Compruébalo con este test

¿Tienes el pelo en pausa?

Durante las últimas semanas, mucho se ha hablado sobre este nuevo término que ha revolucionado las redes sociales. TikTok, para ser más exactos. En la red social china el hashtag #peloenpausa acumula ya más de 12.000 menciones, 12.000 vídeos en los que usuarias de la app comparten su experiencia capilar. Pero, ¿qué es tener el pelo en pausa? “Es la forma en la que decimos que el cabello no está creciendo o evolucionando como normalmente lo haría. Es como si el pelo estuviera literalmente pausado en su proceso de crecimiento, una pausa propiciada por diferentes factores”, explica Quique Sánchez, director creativo de Espacio Q y Q-01. Ante esta respuesta, la siguiente pregunta era casi obligatoria; ¿cómo podemos evitarlo? “Hay diferentes soluciones muy efectivas, pero la principal es mantener el cabello sano e hidratado. Podemos hacerlo usando los productos adecuados, evitando abusar de las herramientas de calor como el secador o la plancha, y también prestando especial atención al cuero cabelludo”. De la forma práctica de aplicar estos consejos hablaremos más adelante. Ahora, con la lección aprendida, toca comprobar con un sencillo test —al estilo de la extinta Súper Pop— si tú también tienes el pelo en pausa.

El test del pelo en pausa

  1. Peina tu melena desde la raiz. ¿Se ha detenido el peine en algún momento, en lugar de cepillar toda la melena sin pausarse?
  2. Cuando te lavas el pelo y sales de la ducha, ¿notas que tarda poco tiempo en absorber el agua restante?
  3. ¿Sientes el pelo apagado, sin brillo, quebradizo y/o quemado?
  4. ¿Eres reticente a cortarte las puntas, y evitas hacerlo todo lo posible?
  5. ¿Tienes la sensación de que tu pelo no crece nunca?

Solución:

  • Cero o un solo sí: felicidades, tu pelo está lejos de estar en pausa.
  • Entre dos y tres síes: tu melena puede estar deshidratada, seca o castigada.
  • Cuatro síes o más: sí, tu pelo seguramente esté en pausa.

5 pasos para que tu pelo pase de pause a play

  1. Sanear las puntas cada tres meses: “Recomendamos cortar o sanear el cabello cada 3 meses para eliminar aquellas zonas más perjudicadas y que este crezca mucho mejor y más sano”, recuerda Sánchez. Gabriel Llano, hair stylist, lo corrobora. “Yo no soy de los que dicen que hay que cortárselo todos los meses, a no ser que tengas el pelo muy castigado, decolorado, o abuses mucho de las herramientas de calor. Depende un poco del trato que tú le des, y también de la calidad del cabello que tengas; hay gente con el cabello fino con más tendencia a que se abra la punta, y al revés. Pero, incido, nunca, independientemente de cómo sea tu cabello, dejes pasar más de tres meses”.
  2. Utilizar los productos adecuados, de la forma adecuada: “Nuestra recomendación siempre es establecer una rutina diaria con los productos adecuados para cubrir las necesidades específicas de nuestro tipo de cabello. Es súper importante ya que es el 50% de que el pelo esté sano, hidratado y fuerte», aconseja el director creativo de Espacio Q. Según el experto, esta rutina se compone de cuatro productos clave: un champú adecuado a nuestro cuero cabelludo, un acondicionador que responda a las necesidades de la fibra capilar, una mascarilla semanal que repare el daño de la fibra en profundidad y un sérum que facilite el peinado.
  3. Usar protector de calor: No solo influye utilizar las herramientas de calor adecuadas y en su justa medida, también proteger la fibra capilar del daño que puedan ocasionar. Porque sí, por mucho que la tecnología haya avanzado este tipo de herramientas tienden a deshidratar la fibra capilar en mayor o menor medida, y utilizar un protector de calor antes de su uso será una especie de salvavidas a la hora de retener la humedad natural del cabello. Hacerlo se traducirá en un desenredado más fácil, unas cutículas más cerradas y una reducción de la rotura. Y todo esto, solo con un par de pulverizaciones.
  4. Tener en cuenta la temperatura del agua: Lo ideal es evitar a toda costa el agua muy caliente que, aunque es cierto que abre los poros permitiendo una limpieza profunda, también puede causar irritación y sequedad, debilitar la cutícula y en última instancia favorecer la caída capilar al retirar en exceso aceites esenciales para la salud de nuestro pelo. Así, el agua tibia sería la temperatura ideal para retirar la suciedad y el acúmulo de productos en el cuero cabelludo sin condicionar el pH de este, y rematar luego aclarando con agua fría hará que la cutícula se selle con la mayor cantidad de humedad posible.
  5. Cepillar 2 minutos antes de dormir: Lena de Pons, farmacéutica experta en dermofarmacia, nos lo contaba en este artículo: “El objetivo es distribuir el sebo que producimos en el cuero cabelludo por toda la fibra capilar. Este sebo, como cualquier otra secreción de nuestro cuerpo, tiene una función fisiológica. En el caso de nuestro cabello es protegerlo, ya que se trata de una sustancia que repele el agua y hace que los pelos, al friccionar unos con otros, se encrespen menos y tengan menos electricidad estática. Por eso cuando tenemos el pelo más sucio estará más liso que cuando está recién lavado, que se encrespará más. Ayudar a nuestro pelo a distribuir ese sebo a lo largo de toda la fibra capilar y llegar a las puntas, especialmente en melenas largas, la protegerá de los agentes externos».

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