Gwendoline Riley, autora de ‘Mis fantasmas’: «La madre de la novela juega a ser reservada y cree que esto la hace especial e interesante, pero es como una esfinge sin secreto oculto»

La madre se llama Helen, la hija Bridget. La última novela de Gwendoline Riley, Mis fantasmas, se desliza en un frío metálico pese a los intentos de Bridget por dar calor a la historia que la une a su madre, por comprender. La novela de la autora británica, que edita Sexto Piso en España con traducción de Ce Santiago, explora el vacío que impera en ese vínculo entre una madre que descuida la relación con sus hijas, salvo en momentos que teatraliza lo contrario. La hija, por su parte, vive con angustia el encuentro anual con ella, pero pone de su parte, porque pese al abandono considera que hay algo que todavía no se ha dicho, algo que podría cambiar.

Esta novela tiene la cualidad de recordarnos que tirar del hilo de la historia con más sombras de la vida de nuestros padres es como intentar esclarecer algo tuyo. Reconocemos esas sombras en su rostro y tememos que los mismos espectros nos ronden. Bridget quiere saber por qué su madre es así y por qué su relación es como es. Hablamos con Gwendoline Riley para que diseccione las claves y desencuentros de ese intento.

Mis fantasmas libro de Gwendoline Riley

Cortesía de la editorial

Al leer Mis fantasmas surge la pregunta de manera inevitable: ¿se trata de una de estas familias en las que sus miembros están mejor sin los otros? ¿Son más libres Bridget y Helen cuando no están juntas?

Gwendoline Riley (GR): Eso es algo que el lector tendría que decidir. Es difícil ver qué ganan ambas de esa relación. El hecho de que no terminen de hacer su vida la una sin la otra podría indicar que queda algo de esperanza ahí, pero sus encuentros son muy tensos. Creo que si el libro tiene algún poder, proviene de ese vacío que existe entre ellas.

Hay una cierta tristeza en la historia que podría venir del fracaso comunicativo entre los personajes. ¿Piensas que los lectores podrían sentirse identificados? ¿Es difícil tener una relación transparente con los padres?

GR: Hay buenos y malos padres, y buenos y malos hijos. Helen es una mala madre. Sus hijas no le interesan como personas, y creo que teniendo eso en cuenta no hay mucho más que hacer. Sus conversaciones indican que está más interesada en performar que en escuchar, o incluso en reconocer a la otra persona. Una relación necesita ser colaborativa o, de otra manera, es un infierno. Así lo creo. Me lo pasé bien escribiendo esas conversaciones, aunque las encontrarse angustiosas.

La incapacidad de Helen de mantener conversaciones significativas con otras personas podría venir como una especie de secuela, tal y como se sugiere en el libro, de un matrimonio traumático. ¿Cómo reacciona Bridget respecto a esa posibilidad y cómo jugaste tú, como autora, con este elemento psicológico?

GR: La novela es una hija preguntándose por qué las cosas terminaron de la forma en la que lo hicieron con su madre. Que tuviese un mal primer matrimonio es una respuesta posible entre muchas. Otra podría ser, simplemente, que su carácter es así. Otra, que su personalidad fuese moldeada, distorsionada, por el trato que recibió de sus padres, o del clima social en el que creció. Creo que elegir una sola respuesta sería equivocarse. Puede ser una mala sincronía o mala suerte. Las hijas asisten a una obra de Chekhov en la novela y espero que ese espíritu esté presente en el retrato de la que es una vida malgastada.

¿Qué papel juega el sentido del humor, uno muy específico además, entre madre e hija?

GR:Hay un sentido del humor concreto en el Norte de Inglaterra que es travieso, bromista y sarcástico. A mí me desagrada, debo decir. Así que cuando madre e hija tienen desencuentros aparece ese elemento.

La novela consigue poner a pensar al lector sobre relaciones madre-hija. ¿Crees que siempre habrá áreas sombreadas en sus historias que como hijas no podremos acceder?

GR: Puede que sea una repuesta obvia; pero nunca llegamos a conocer del todo a otra persona. Helen juega a ser reservada y siente que esto la hace especial e interesante, pero en realidad sospecho es una esfinge sin secreto oculto.

A veces la vida de Helen parece una muy solitaria. ¿Lo es realmente? Creo que Bridget también se lo pregunta. ¿Tiende a arrojarse un juicio social sobre las personas que prefieren la soledad a que su familia tenga un peso importante en sus vidas?

GR: Su vida es muy solitaria. No tiene fe ni comunidad. Ha descuidado la relación que podría haber tenido con sus hijas. Es antipática con su único amigo fiel. Ha desaprovechado por completo aquello que hace que la vida tenga sentido, y lo que la hace llevadera. En lugar de eso, enciende la televisión, pone una telenovela, y se entrega a la fantasía infantil de ser rescatada por un hombre fuerte. La sociedad es también muy cruel con mujeres como Helen. Lo creas o no, siento una tremenda empatía hacia ella. Mi novela trata de una mujer que pasa su vida haciendo teatro, en lugar de comprender que es su forma de enfrentarse al mundo la que aleja al mundo de ella.

Ver fuente

Farándula y Moda

Entrada siguiente

María Terremoto: cómo la muerte ha inspirado el primer mejor disco de 2025 | Cultura

Dom Dic 22 , 2024
Comparte en tus redes sociales María ha perdido a tres de sus personas más queridas en 12 años. Cada cuatro años una y siempre en el mes de febrero. “No puede ser casualidad. La vida me ha mandado este mensaje para que yo me haga fuerte”, asume. Su padre, el […]
EL PAÍS

Puede que te guste