La boda en Nerja de Serafín y María: la historia de dos enamorados de diciembre
¿Existe el destino? Según la historia de Serafín y María, todo apunta a que sí. Ambos se conocieron a través de una amiga, pero tenían en común mucho más que eso. “María era mi vecina, pero no lo sabíamos”, recuerda el novio. El primer día que se vieron conectaron al instante y comenzaron a tener bromas entre ellos que duran hasta el día de hoy. “Desde esa primera conversación, un juego de palabras nos llevó a ser Sera y Ote (María, Mariote, Ote)”, cuenta Serafín.
Óscar Guillén
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Tanto la novia como el novio, tienen muy claro que son unos completos enamorados del mes de diciembre y de la época navideña, por lo que la pedida de mano no podía ser en otro lugar que no fuera un mercadillo de Navidad. “Fue en el de Edimburgo, subidos en la noria en el punto más alto mientras estábamos a solas y teníamos toda la ciudad a nuestros pies”, desvela él.
Por esta razón, la pareja decidió casarse el día 7 de diciembre en una boda organizada por Paloma Cruz en el balcón de Europa de Nerja. “Es nuestro lugar favorito del mundo y hemos conseguido poder celebrar la primera boda de la historia allí. Ote se merecía que fuéramos los primeros”, comenta el novio.
Óscar Guillén
Looks de boda: un vestido de Castellar Granados y un traje de Bund
La novia apostó por llevar un solo vestido en su boda diseñado por Castellar Granados. “No pudo captar mejor quién soy y que quería, me hizo sentir muy especial durante todo el proceso y me vi como la mujer más preciosa del mundo”, dice María. La novia eligió como calzado para la ceremonia unos zapatos de Michael Kors y para la fiesta, unas bailarinas doradas de Flor de Asoka. De su ramo de calas, rixalis y dendrobium en cascada en forma de media luna se encargó Molist Floristas.
Óscar Guillén
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En cuanto a los trajes masculinos, tanto el novio como sus amigos llevaron smokings de la firma Bund confeccionados por el sastre Sergio Fernández de la Fuente. La chaqueta de Serafín tenía un detalle muy especial: en su interior estaban bordados los nombres de sus seres queridos que ya no están.
Óscar Guillén
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La decoración: un homenaje a las olas del mar
Los novios querían una decoración inspirada en el mar, pero que no opacara el brillo del lugar de la ceremonia. “Queríamos que todo fuera elegante y sencillo, ya que el lugar habla por sí solo”, comenta el novio. Para ello, el color que la pareja eligió como predominante fue el blanco, utilizando, además, ciertos contrastes en negro. El resultado de la unión de sus ideas con el trabajo de Molist Floristas fue una oda al diseño contemporáneo. “Queríamos huir de lo típico de estas fechas”, confiesa él.
Óscar Guillén
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La música: el elemento más pensado de todo el evento
Serafín y María también se consideran unos verdaderos amantes de la música. “Sabíamos que queríamos que la boda fuese de menos a más en cuanto a la energía”, cuenta el novio. Para lograrlo, comenzaron con un cóctel de ambiente relajado en el que el hilo musical contó con un toque acústico gracias a Selena y su guitarra. “Nuestra entrada al banquete fue con Bohemian Rhapsody de The Queen, para nosotros la parte final era perfecta para saltar y terminar abrazando a nuestros amigos”, confiesa Serafín.
