Las alfombras rojas están de vuelta. La temporada de premios ya está aquí. Cuando pensamos en este tipo de cita se nos vienen a la cabeza celebridades que hacen grandes apuestas a la pedrería, las lentejuelas, los naked dresses, los cut-outs… En definitiva, vestidos en los que más es más para causar sensación en las alfombras rojas. Pensemos, por ejemplo en el caso de Zendaya con Dune, en Citnthya Erivo y Ariana Grande en la promoción de Wicked o incluso en Margot Robbie con Barbie. Method dressing, lo llaman.
Sin embargo, el comienzo de 2025 parece marcar un año en el que las alfombras rojas se vuelven más realistas y relajadas. No lo decimos solo por los looks desenfadados que nos está dejando Timothée Chalamet en las últimas presentaciones de su próxima película, ‘A Complete Unknown’, sino también por la apuesta tan similar que han realizado con solo un día de diferencia las actrices Michelle Yeoh y Olivia Coleman.
La primera en sorprender con su look fue Michelle Yeoh, que abandonó el look de invitada para aparecer en la alfombra roja con algo más relajado y realiasta. El estilismo, de Bottega Veneta, estaba formado por un jersey de cuello vuelto en color azul, unos vaqueros acampanados y unas zapatillas blancas.
Un día más tarde, Coleman repetía esta fórmula, con un jersey de rombos –muy en tendencia este invierno–, pantalones amplios y unas zapatillas a juego con la prenda superior.
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Parece que la cosa está clara: las alfombras rojas de 2025 tienen la misión de inspirarnos en nuestro día a día y abandonar la vieja concepción de los vestidos bonitos, pero imposibles, que jamás llevaremos. Se abre el debate: ¿A favor o en contra de la que parece ser una nueve vertiente que adaptarán las celebs a su paso por las alfombras rojas?