
Vox vuelve a ser una incógnita en la derecha. Cuando el Partido Popular creía haber frenado a sus rivales, Vox crece en las encuestas. Ahora que Alberto Núñez Feijóo no tiene remilgos en acercarse a Carles Puigdemont, la formación de Santiago Abascal sigue subiendo. Y ello supone ya un problema para Génova 13: no podrán tener tan domesticado a Vox como seguramente quisieran, si su única opción de llegar a La Moncloa fuera formar juntos un gobierno.

