gente de mierda está implicada en todas» – jenesaispop.com

Maite y Raquel fundaron shego durante la pandemia y, desde singles como ‘oh boi’ o ‘Vicente Amor’, el grupo ya representaba un soplo de aire fresco en el panorama. No solo por ser un grupo de chicas en un campo de nabos, sino también por su crudo y sincero estilo. ‘SUERTE, CHICA’ (2023), su álbum debut, confirmó ese cambio. Por aquella época, Charlotte se unió al grupo como bajista, y ahora acaban de lanzar su segundo disco, ‘No lo volveré a hacer’.

‘La fiesta’ o ‘arghHhh!’ son algunas de las mejores canciones de su carrera, pero el disco completo esconde mucha más joyas. ‘(es posible)’ junta a 18 nombres del panorama para la canción más esperanzadora que hayan hecho shego. Ginebras, Casero, El Buen Hijo o Ghouljaboy son solo algunos de los presentes. Por otro lado, ‘Mantra’ representa su momento más purificador.

Me encuentro con Maite, Raquel y Charlotte en una terraza del centro de Madrid para hablar sobre cómo es la vida de gira, el activismo en la música, los problemas de una generación y tomarse en serio a sí mismas. El próximo 28 de marzo, shego presentarán ‘No lo volveré a hacer’ en su primer concierto titular en La Riviera.

Se nota que es un disco hecho para girar. Menos elementos electrónicos, más orgánico… y lleno de cánticos.
Maite: Yo tengo estos días en la cabeza algo que me dijo un amigo, que es mi compañero de piso de hecho, en el verano de 2023 o así. Adri me dijo: «Tenéis que hacer mejores canciones». No desde una perspectiva mala, sino que teníamos la capacidad de hacer mejores canciones. Cuando estuvimos con todo ese proceso previo, y componiendo, yo sí tenía en mente lo de poner todo lo que tengamos para hacer las mejores canciones posibles.

¿Por qué teníais el directo en la cabeza a la hora de hacer las canciones?
Raquel: Llevamos mucho tiempo girando. El primer año que estuvimos tocando no teníamos casi canciones fuera y luego, con suerte, hemos estado girando dos años más, entonces nos hemos dado cuenta de que algo que define bastante el grupo y que era importante plasmar en el disco era esa energía del directo. También es lo que más le gusta a la gente y con lo que nosotras estábamos más cómodas.
M: El disco anterior nos encantaba y estábamos muy contentas con el resultado, pero luego llegábamos a tocarlo y había cosas que era difícil de defender en directo, además de muchos altibajos a nivel de coherencia. Había canciones muy de su padre y de su madre. Era como: «¿Cómo hacer un setlist bueno, que enganche y que la gente esté pendiente y arriba durante todo el concierto?». Cuando teníamos que tocar canciones como ‘siendo mala’ y ‘estoy cachonda’, que de pronto tenían una parte mucho más rock, nos lo pasábamos que te cagas.

¿Cuánto de mito tiene la vida de gira?
R: Pues depende. ¿Tú qué idea tienes de la vida de gira? ¿Sexo, drogas y rock and roll? De sexo, cero. De drogas, alcohol, amor y no se puede decir el resto, pero muy poco. Nada.
M: Y rock and roll mucho. Súbete el ampli, bájatelo, métete en la furgo y duerme como una gamba.
R: Sí, lo que más puede definir una gira en carretera es dolor de espalda, dolor de rodillas y olor a sobaco, aunque intentamos que no sea así.
M: Somos higiénicas, pero al final estás siete horas en una furgo.
R: Y Tik Tok, que vamos a intentar reducir el consumo. Esta gira yo voy por el crochet. Me he vuelto loca y va a ser mi cosa.
M: Supongo que hay bandas que lo viven, literalmente, pero no es nuestro caso.
R: A veces te explota la cabeza en mitad de la carretera y te pones a llorar. No entiendes muy bien por qué. Es una mezcla de agotamiento y de que nadie te explica cómo es hacer una gira, ni cómo te tienes que sentir. Hacemos un esfuerzo constante de que vaya todo bien, pero son muchas horas juntas.
Charlotte: Aunque ya hemos encontrado ciertas maneras de poder llevarlo mejor, supongo que tenemos recorrido todavía que hacer.

Me hicieron mucha gracia los mandamientos que hicisteis para el disco. ¿Con cuál os sentís más identificadas cada una?
C: Yo estoy en la de «Dirás que no lo volverás a hacer, pero lo harás otra vez». O la de «Te creerás invencible a pesar de que no te aguanta ni Dios».
M: Yo en «Te amarás a ti misma sobre todas las cosas». Hoy, a ver mañana…
R: Hoy me siento bastante todas, menos la de «No matarás (o sí)». Hoy no se mata. Hoy estoy feliz.

Todo esto de los mandamientos, los motivos religiosos… ¿Vino antes o después de la canción ‘Mantra’?
M: Después. Teníamos de referencia la canción de ‘Palos’, de La Paloma, que es literalmente un mantra. Esa canción es muy de unión y sí es verdad que tiene algo como muy religoso. Nos apetecía mucho hacer algo que se te quedara en la cabeza, pero no simplemente por hacer un hit ni nada, sino por tener un momento un poco catártico en el escenario.

¿Por qué decidisteis ir por el camino de lo religioso?
R: No hay camino religioso. Lo de las monjas y tal era totalmente comedia y punto. Es verdad que después ya ha cobrado todo un poco de sentido y Dios está nombrado en varias de las canciones, pero ninguna de nosotras somos creyentes.
M: Al final, el camino del Señor nos ha elegido a nosotras. No al revés.

‘Curso Avanzado de Perra’ habla de estar en bucle, de darle muchas vueltas a lo mismo, de la culpa… Que por desgracia son sentimientos que describen a toda nuestra generación.
R: La idea vino de hacerle una nana a la hija de mi hermana, que nació hace un año y pico. Es mi sobrina, pero podría ser cualquiera. Es como decirle un discurso: «Amor, te vas a encontrar esto en la vida y hay que tirar para adelante».
C: De hecho, su risita sale al final de la canción.

Y en este sentido, la de ‘(es posible)’ me parece la joya de la corona. Es un poco vuestro ‘We Are the World’.
R: ¡Literal! Gracias por decirlo.

Habéis juntado a todo el panorama, que además sois todos de la misma quinta. ¿Cómo se hizo realidad?
M: Pues yo estaba en la furgo escribiendo cosas y yo estaba completamente obsesionada con unas botas. Un tipo de bota que no encontraba por ningún otro sitio.
R: Que por cierto, las has encontrado por fin.
M: Acabé escribiendo la primera frase: «Cuando deje de esperar, llegará ese día soñado, esas botas de Vinted», en vez de «ese verano de cine». Escribí todo lo que me imaginaba que llegaría en un día soñado, precioso, soleado, un día como hoy, de hecho, en el que todo parece que sale bien y cada aspecto de tu vida está resuelto. Cambié lo de las botas porque hubiese sido un poco cringe. Pero así empezó y luego también estaba la idea. Yo me acuerdo que en algún momento planteé lo de decirle a todos los colegas de la música si querían subir al tema, como si fuera un coro de niños cantando algo superesperanzador. Y se apuntaron.

Me gusta que cantéis desde la esperanza.
R: Menos mal, porque si no, una se quiere matar a veces.
C: El disco tenía que tener un poquito de todo.
M: Se la puse a unos amigos cuando la teníamos así muy de maqueta y tal, y se pusieron a llorar, genuinamente.
R: Yo creo que tiene mucho que ver con lo que has dicho antes de generacional, o sea, de la sensación que tenemos la gente de nuestra generación.
M: Que no hay esperanza, ¿no?
R: Claro, el mundo está fatal. Hay muchos días que te levantas, lo primero que haces es coger el móvil y te salen mil cosas que son horribles o simplemente que en realidad te sudan los cojones, pero tú estás ahí metiéndote en la mierda.

En esa canción también habláis, por ejemplo, del deshielo de los polos. Hay más letras protesta a lo largo del disco, pero mi favorita es la de ‘La fiesta’: «Madrid cada vez está más caro, se hace imposible vivir».
M: Sí, no somos Biznaga, porque ellos están dedicados a lo social y tampoco es nuestro palo, pero al final son cosas que están en la cabeza constantemente. Vives en una sociedad, te tienes que relacionar con el mundo de determinada manera y no puedes evitar ver ciertas cosas que te duelen y que además muchas veces no puedes cambiarlas o no tienes manos sobre ellas y están presentes en el día a día, igual que el desamor, la furia o la tristeza.

En el lado activista, también os habéis ido de X. ¿Cómo de importante puede ser para un grupo estar en esa red social? Para la promoción, el contacto con los fans…
R: Para Alcalá Norte, por ejemplo, es muy importante. Es fundamental.
M: Y también se han ido a Bluesky. No sé si han dejado completamente Twitter, porque ya no me meto, pero también se fueron allí. Es una mierda porque tu promoción son las redes sociales y si te quitan esto, tío, para grupos emergentes o que no sean mainstream, ¿qué coño haces? Nosotras nos lo hemos dejado para recordar de vez en cuando que nos hemos ido al otro sitio pero, joder, teníamos ahí tres mil y pico seguidores que quieras que no es gente que lo retuitea, que lo ve, que lo comparte y que se entera de los conciertos. Es una mierda, pero si hay un fascista haciendo cosas de fascista…
R: Ojalá no necesitásemos publicar en ninguna red social, porque ahora estamos hablando de Twitter, pero gente de mierda está implicada en todas.
M: Por muy activistas que seamos, no podríamos permitirnos irnos de Instagram ahora mismo.
R: Es nuestra herramienta de comunicación con nuestros seguidores. Ojalá poder enviarles una carta a su casa a todos y mandarles el cartel de la gira y decirles que se vengan, pero no podemos.
M: Se lo han montado muy bien para que dependas de las redes sociales y todo tu curro dependa de la exposición que tienes en los medios que manejas. No te van a dar apoyo por parte de las discográficas, porque ya se han enterado de que tú misma te puedes hacer la autopromoción, pero es que además ahora las redes sociales están compradas por una serie de magnates hijos de la gran puta que van a hacer que aceptes sus normas para que tú puedas seguir viviendo. Es bastante jodido. Tampoco somos activistas. Hay peña que hace verdaderos trabajos de activismo, nosotras solo nos hemos borrado una cuenta de Twitter.

Según tengo entendido, la idea del grupo le surgió a Maite de manera improvisada, y ahora ya vais por el segundo disco. ¿Qué pensáis al echar la vista atrás?
M: Pues si lo planteas así, me emociona mucho, la verdad. Me dan ganas de llorar porque es muy fuerte. No va a cambiar el mundo, pero ha cambiado nuestro mundo. Sobre todo, teniendo en cuenta que venimos de lugares que no son necesariamente fáciles para acceder al arte. Normalmente, si vienes de un background mucho más pudiente, puedes acercarte a estos lugares de forma más sencilla. Hay veces que cuando estás tú sola en el mundo queriendo hacer tu movida artística se te viene todo encima y te preguntas por dónde empezar. El hecho de que haya ocurrido y que esté siendo algo tan grande, por lo menos para nosotras, y que estemos a día de hoy aquí haciendo esta entrevista después de venir de otras varias y de tener una agenda que no nos hubiéramos imaginado hace cinco años, es acojonante. Es una puta bendición, sinceramente.

¿Es muy caro hacer un disco?
R: Es supercaro.
M: Sí, este disco es lo más caro que hemos hecho.
R: Creo que hay gente con un talento de la hostia que me encantaría que pudiesen grabar un disco, pero es caro de cojones.
M: Hemos tenido mucha suerte porque tenemos un equipo maravilloso con el que curramos y que es súper honesto con todo lo que hacen, pero hay gente que para poder grabar sus discos se tiene que vender a multinacionales o a gente con la que no les gustaría trabajar solo por el hecho de poder permitirse grabar. Porque claro, si quieres hacer rock o quieres tener una banda y no quieres que suene a rabo, tienes que grabar en un estudio. Lo puedes hacer muy barato, pero aun así te va a costar dinero y no va a sonar como está en tu cabeza. Si quieres que algo suene importante y con cuerpo, hay que invertir dinero. ¿De dónde sale?
R: De las shego del futuro.

Muchas veces habéis hablado de que hay gente que no os toma en serio en la industria. ¿Cómo ha cambiado eso, si es que ha cambiado?
R: Yo creo que la gente que no nos ha respetado en su momento ahora mismo seguirá igual, quizás con un poquito más de respeto porque nos ven en algún otro sitio que antes no estábamos, pero sigue habiendo como un problema de base que es que somos unas chavalas con instrumentos. Hay gente a día de hoy a la que eso le sigue pareciendo un poco molesto.
C: Que no es tan legítimo.
R: Claro, no es tan legítimo como unos tíos con las piernas abiertas.

¿Por qué creéis que hay gente que piensa eso?
M: Está muy castigado ser mujer, chica, adolescente y ser naif, auténtica y expresar tus emociones y poder ser dulce y poder tener la cabeza hecha un lío y todo eso. Contar eso en canciones está muy penado por la peña de la música que busca la seriedad. No te puedes permitir la diversión a no ser que seas un tío. Por lo menos, hasta ahora. Ahora están Las Petunias, que son la puta hostia y se la pela todo. Nosotras hemos tenido un poco más de miedo en algunos momentos. Hemos hecho siempre lo que hemos querido, pero sí que ha habido siempre una búsqueda de aprobación de alguna manera. Aunque no hiciéramos todo buscando la aprobación, siempre queríamos que alguien dijera: «Oye, esto es un trabajo que se ha tomado en serio y que se lo han currado».
C: Claro, es que una mujer siempre estuvo enseñada a estar calladita, sentadita en su casa, limpiando y creo que eso todavía sigue mucho en la mentalidad social.
M: Cuando Dani Fernández estaba en Auryn, la peña se reía muchísimo de ellos porque era un grupo que le gustaba a las niñas o a las chavalas y él hace poco en una entrevista decía que por qué se ponía en duda el gusto de las chicas. Decía: «Si tengo un proyecto que le gusta a las chicas, ¿eso está mal?». Si algo le gusta a las chicas o a las adolescentes, pierde valor porque no tienen criterio ni gusto.

Leí algo me pareció muy fuerte. Dijisteis que había gente que pensaba que no hacíais vuestras canciones. Como si fuerais una conspiración, o algo así.
R: O como si fuéramos un producto que está pensado por gente que no somos nosotras, de fuera, que nos dicen lo que tenemos que hacer y lo que tenemos que decir.

Como Milli Vanilli.
M: Sí! Que en 2025 haya peña que piense que una mujer no puede escribir, que no puede componer y que no puede tocar un instrumento… Es que me parece del siglo pasado, sinceramente.
R: Hay un paso muy importante que hemos hecho con nosotras mismas, que es tomarnos en serio. No sé si se habla mucho de eso, pero es importante. Hubo un momento de mucho girar en el que nos tuvimos que decir a nosotras mismas: «Hay ciertas cosas que vamos a dejar de decir». Al final, por cómo te crían y por cómo este mundo te enseña que tienes que ser una mujer, siempre estás agachando la cabeza con miedo a sobresalir. Teníamos un poco esta dinámica inconsciente de hacernos de menos con cualquier cosa que hacíamos. Es como, perdón por existir, literalmente. Hubo un momento en el que tuvimos que decir que ya está bien, que lo que hacemos está de puta madre y que es igual de válido que lo que puede hacer un pibe, incluso puede ser mejor en muchos aspectos. Lo que pasa es que también hay mucha envidia en la música, en todos los campos artísticos y en la vida en general. En vez de verlo como un «si tú puedes, yo también», se ve como un «tú puedes y a mí me estás quitando hueco de poder hacerlo». Si eres tía y nos odias, te estamos abriendo camino. Si eres tío y nos odias, tienes todo el espacio del mundo para poner tus cojones gordos encima de la mesa. No estaba cabreada, pero…

Ver fuente

Farándula y Moda

Entrada siguiente

Europa camina hacia el trumpismo migratorio | Opinión

Jue Feb 13 , 2025
Comparte en tus redes sociales El pasado 21 de enero las autoridades italianas ampararon la fuga del jefe policial libio Osama Almasri, cuya detención había exigido el Tribunal Penal Internacional (TPI). Almasri —al frente de la infame cárcel para migrantes de Mitiga (Libia)— es un carnicero responsable de al menos […]
EL PAÍS

Puede que te guste