La nueva temporada de The White Lotus ha llegado a Max y lo ha hecho con un grupo de protagonistas disfuncionales que nos ha robado el corazón. Aimee Lou Wood es una de las incorporaciones a un elenco en el que, con apenas dos episodios emitidos, ya brillan Lisa, Carrie Coon, Leslie Bibb, Sam Nivola, Michelle Monaghan e incluso Patrick Schwarzenegger. Una de las fortalezas de esta ficción creada por Mike White reside en la construcción de unos cástings que funcionan como un auténtico reloj y en su tercera temporada eso no iba a cambiar. Lo perverso de las relaciones que se dan entre los protagonistas torna a ser el epicentro de esta serie y es Chelsea, el personaje de Aimee Lou Wood, el que parece que nos hará engancharnos hasta saber exactamente qué demonios está pasando en el resort tailandés.
Al principio vemos a una mujer ilusionada con un viaje a un hotelazo en Koh Samui, una de las zonas más turísticas de Tailandia. Llega de la mano de quien se intuye que es su novio, Rick, a quien da vida el actor Walton Goggins. Rick está inquieto, algo tiene que hacer y es más que probable que ese algo no esté muy acorde con la legalidad. Chelsea, por su lado, decide entonces que antes de aguantar las malas vibras de su pareja se irá a beberse todo lo que los camareros del resort tengan a bien servirle. Y ahí descubre a una nueva amiga con un lado oscuro por descubrir y se posiciona como ese personaje totalmente fuera de lugar al que no nos va a quedar más remedio que amar. Sí, exactamente como la Portia de la segunda temporada.
No solo ha demostrado Aimee Lou Wood que va a ser la robaescenas de esta nueva temporada, en la que todos los actores han tenido que pasar un casting. También ha enamorado desde la alfombra roja de los distintos eventos promocionales de The White Lotus. Puede ser por una sonrisa más que particular o porque realmente parece que está disfrutando de cada minuto que pasa entrevistada. Profundamente british, parece que su negativa a cambiar sus dientes naturalmente prominentes por la dentadura de cualquiera en Hollywood le ha abierto una serie de puertas que no está dispuesta a cerrar.
