Aceites esenciales para perfumar la casa: 5 trucos fáciles
Con la vuelta a la rutina y el inminente cambio de estación, nuestro hogar vuelve a convertirse en un refugio en el que pasamos más tiempo. Y, por tanto, centramos nuestros esfuerzos en hacer de sus estancias espacios agradables en los que apetece estar. En este sentido, los olores y aromas que predominan en el interior de nuestra casa juegan un papel fundamental.
Anteriormente hemos hablado de trucos para que tu casa siempre huela bien, de los diferentes tipos de ambientadores (y sus usos) o del manual de uso de los ambientadores mikado. Ahora es el turno de los aceites esenciales para perfumar la casa: un producto natural que puede convertirse en un gran aliado. Aquí van cinco trucos infalibles y que no requieren apenas esfuerzo.
#1 Discos desmaquillantes en los cojines para perfumar tu salón
Lo mejor de esta fórmula es el poco tiempo que exige. Los trucos más comunes para perfumar el salón se basan en pulverizar los textiles (sofá, cojines y cortinas) con un ambientador en spray o encender velas aromáticas. Y, si bien son métodos instantáneo y eficaz, hay que llevarlos a cabo regularmente para que la fragancia se mantenga. Sin embargo, basta con aplicar unas gotas de tu aceite esencial favorito en un disco desmaquillante e introducirlo en el interior de las fundas de los cojines para conseguir un olor suave y natural que perdure en el tiempo.
#2 Algodones en el fondo de las papeleras para eliminar los malos olores
El algodón consigue absorber las fragancias e ir desprendiendo el aroma de forma progresiva. Por ello no solo es un gran aliado para perfumar una estancia sino, también, para eliminar malos olores. El truco, en este caso, consiste en impregnarlo con unas gotas de aceite esencial – lo mejor es optar por el de limón o árbol de té, ya que tienen propiedades antibacterianas– y colocarlo en el fondo del cubo, por debajo de la bolsa de basura. Cambiándolo un par de veces por semana conseguirás atenuar los malos olores procedentes de los restos orgánicos.
#3 Saquitos de arroz en cajones y armarios
¿Hay algo mejor que el aroma que desprende la ropa recién lavada? Una sensación de frescor y limpieza que nos encantaría poder mantener en el tiempo y que, sin embargo, desaparece tras el primer uso. Por ello, perfumar los cajones puede ser una gran alternativa para mantener el buen olor de la ropa sin necesidad de volver a lavarla. Y, de entre todas las herramientas existentes, la de llenar un saquito de tela con arroz y rociar unas gotas de aceites esenciales es una de las más eficaces. Para conseguir ese olor a ropa limpia, podemos optar por fragancias como el algodón o el lino; si, además, quieres que este remedio actúe contra las polillas, puedes optar por aceites esenciales de eucalipto, menta o lavanda.
#4 Un corcho impregnado en aceite esencial para un aroma agradable en el frigorífico
Si el cubo de la basura es el principal foco de malos olores en el hogar, el frigorífico es, probablemente, el segundo. Y, aunque no se trata de un olor tan desagradable como el que emanan los restos orgánicos, la mezcla de alimentos frescos y platos preparados puede desprender un aroma fuerte. Pero hay soluciones muy eficaces y los aceites esenciales vuelven a entrar en la ecuación. Hay un truco –muy viral, por cierto– que consiste en impregnar un corcho en aceite esencial de limón y depositarlo en la nevera. Eso sí, hay que asegurarse de que sean 100% naturales para que no exista riesgo al entrar en contacto con los alimentos que vamos a consumir.
5. Incorporar aceites esenciales en la limpieza del hogar
El último punto tiene que ver con la limpieza. Utilizando productos con una fragancia al gusto a la hora de higienizar las diferentes superficies podemos conseguir perfumar la vivienda al tiempo que la limpiamos (y ahorrar, así, un paso). La fórmula se basa en crear una mezcla de agua, vinagre de limpieza y unas gotitas de aceites esenciales –una vez más, si tienen propiedades antibacterianas, mucho mejor–. Esto puede servir tanto para fregar el suelo como para limpiar azulejos o puertas y dejar así una conseguir así un aroma agradable y natural.