Aunque la fotografía en topless caracterizó gran parte de su vida, fue sólo un momento de una larga carrera en la moda, durante la cual promovió la libertad de movimiento en el vestir en un momento en que las mujeres luchaban por una mayor libertad social y política. Así, fue la primera mujer vestida consciente de su propio valor y poder, convirtiéndose en un símbolo de la libertad femenina que se expresa también a través de su cuerpo y de lo que viste. Si Rudi Gernreich, el outsider de la moda estadounidense de los años sesenta, inventó el topless, los leggings y el unisex, Peggy Moffitt tuvo la capacidad de interpretar esta nueva revolución a través de su propio cuerpo. Ella, al fin y al cabo, era una artista. “Me formé como actriz, bailarina y artista de teatro, tengo nociones de iluminación y diseño”, declaró a Vogue Italia para la entrevista publicada en el número de septiembre de 2014.
Antes de convertirse en una modelo icónica en la década de 1960, Peggy fue actriz: apareció por primera vez en una película en 1958, para el musical Senior Prom. Al año siguiente consiguió un pequeño papel en la película bélica Battle Flame y después en Girls Town, producida por Metro-Goldwyn-Mayer, o Blow Up en 1966. Pero quizá su destino como mujer icónica, empezando por la moda, ya estaba escrito. Moffitt conoció a Rudi cuando estaba en el instituto, en 1954, mientras trabajaba en la boutique de ropa Jax, en Beverly Hills. «Congeniaron de inmediato y tenían mucho en común», afirma su hijo. «Abordaban el arte y el diseño de forma similar y sentían un gran aprecio por la danza y el humor en el diseño…». Uno de los muchos ejemplos fue cuando Rudi ganó su primer premio Coty: ella llevaba un peculiar traje de mujer que él había diseñado. En aquel momento, le pareció divertidísimo. Y Rudi también disfrutaba viéndola actuar».