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A la gente ya no le gusta reír en el cine. O, al menos, Hollywood se ha autoconvencido de ello. En los últimos tiempos, si alguien quería sacar una comedia adelante (que no fuera animada) no le quedaba otra que hacer una mezcla de géneros: una comedia de acción, de terror, dramática. Lo que la industria del cine no ha tenido en cuenta es que pocas cosas son más disfrutables que la sensación comunal de reírnos todos al mismo tiempo, a carcajada limpia, en una sala de cine… hasta ahora.
A man’s laughter
El retorno de ‘Agárralo como puedas’ podría haber sido un absoluto desastre si se lo hubieran planteado como un reboot atolondrado para tratar de sacar un poco de dinero de nostálgicos empedernidos. Sin embargo, la película no solo recuerda sus orígenes, sino que es capaz de encapsular su ADN, modernizarlo y, pese a todo, rendir un hilarante homenaje a Leslie Nielsen.
Su guion se nota trabajado y modelado hasta la perfección, encontrando su base en en juegos de palabras constantes, slapstick inesperado, bromas que parecen sacadas del fondo de una viñeta de un buen tebeo de Mortadelo y un incesante martilleo de gags ante el que no queda más remedio que rendir pleitesía: pocas veces se ha puesto tanto empeño en una chorrada tan grande.
No todos los chistes funcionan, claro (tampoco en la original, no nos engañemos): al fin y al cabo, hay cientos de ellos diseminados a lo largo de la película, que es muy consciente de lo que debe ofrecer al espectador. Lejos de saberse graciosa, como las parodias que nos fueron llegando desde el estreno de ‘Scary Movie’, los actores representan el guion con la misma eficacia que Nielsen y los suyos en la ‘Agárralo como puedas’ original: con absoluta seriedad.
Liam Neeson dice frases como «Como si fuera una adolescente con tres trabajos de canguro no necesitaba otro trabajo de canguro» con la misma gravedad que si estuviera firmado por Raymond Chandler. El estoicismo ante la locura del mundo que les rodea continúa intacto, no hay caras raras, comentarios sarcásticos ni explicaciones adicionales que pidan perdón y traten de anular su propio dosparate. Han vuelto a las bases y roto con la tendencia actual, y el resultado es fascinante.
El único problema real que tiene esta nueva versión de ‘Agárralo como puedas’ es que necesitas verla en versión original y con un nivel de inglés alto para poder entender todos los locos juegos de palabras, intraducibles en su gran mayoría. Eso lleva a que los subtítulos (y, doy por hecho, el doblaje) tengan que inventarse chistes nuevos que no están, obviamente, al nivel de la loca batería que Akiva Schaffer ha preparado y que salen como una metralleta constante. Eso no significa que no se pueda disfrutar, pero le quita cierto énfasis a este incesante bombardeo. Tenedlo en cuenta antes de ir al cine, porque merece la pena entrar en esta fantasía de humor sin descanso con la experiencia al completo.
Frank Drebin, Police Squad. La nueva versión.
Había dudas (más que razonables) sobre el paso de Liam Neeson a la comedia disparatada, pero resulta simplemente perfecto en el papel del hijo de Frank Drebin. Todos conocemos el cine de Neeson como actor serio y de carácter, y, al igual que pasaba con Nielsen en las originales, le da el toque definitivo de hilarante seriedad sin los tics de actores más típicos del género en los que, quizá, pensaríamos antes que en él para este reboot. A su lado, Pamela Anderson está igualmente espectacular abrazando la chorrada y la pantomima (esa escena cantando jazz es digna de sonora carcajada), encontrando, por fin, su lugar en Hollywood tras mucho buscar una redención.


Akiva Schaffer vuelve a demostrar, después de ‘Popstar: Never stop never stopping’ y ‘Chip y Chop’, además de los vídeos con The Lonely Island, que es el cineasta más metódico e inteligente en cuanto a la comedia de todos los que están ahora mismo en la industria, haciendo fácil lo que realmente es muy, muy complejo. Es fácil ver ‘Agárralo como puedas’ y calificarla como «tontería» o como «chorrada» con aire despectivo, pero el director consigue resignificar cualquier tipo de insulto y hacerlo propio. Sí, es una tontería. Sí, es una chorrada. Y, al igual que las películas de los ZAZ, de los que Schaffer es un digno alumno y sucesor, está orgullosa de serlo.
Esta ‘Agárralo como puedas’ no tiene miedo a ser demasiado estúpida, demasiado tonta, demasiado paródica o a pasarse de frenada, porque sabe que quien no arriesga, no gana. La cosa podría haber salido muy mal en otras manos avergonzadas de su propio material, pero todos los implicados aquí sabían perfectamente dónde se estaban metiendo trayendo de nuevo la comedia más imbécil (y al mismo tiempo astuta e inteligente) al cine, sin necesidad de edulcorar la receta. No importa las dudas que puedas tener al respecto o la nostalgia que tengas por Nielsen: esta nueva versión ya se ha planteado las mismas dudas que tú, y las ha sobrepasado a base de trabajo, inteligencia y un timing cómico exquisito.
No es perfecta y no todas las bromas entran a la primera, pero es casi imposible no dejarse arrastrar por esta fuerza de la naturaleza que nos hace recordar lo bonito de reírnos todos a la vez en un cine de una bobada pantagruélica, imposible, gigantesca, grotesca y absurda. ‘Agárralo como puedas’, al contrario que las parodias del nuevo milenio, no le debe nada a ninguna película en particular: es una celebración de lo popular, de pasárnoslo bien comiendo palomitas, de jugar con el cine, de salir llorando de risa hasta -literalmente- el último segundo. Misión cumplida, agente Drebin.
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