Aitana Bonmatí, jugadora de la Selección Española de Fútbol: «Vivir en mi pueblo es una forma de recordarme cada día de donde vengo. Por mucho que mi vida haya cambiado me hace sentir que yo no y que mi gente sigue siendo la misma que cuando era pequeña»

Cuando una habla con ella se hace evidente que no hay un ápice de impostura, ni una pizca de grandilocuencia en su forma de habitar ese lugar privilegiado –o mejor dicho, trabajado–, al contrario, Aitana se muestra como alguien corriente que viste un tank top de Adidas blanco y a quien esperan sus amigos a la salida del campo de fútbol con su nombre. Como si en medio de tanto ruido, tanta medalla y tantos trofeos, ella tuviera claro que la verdadera victoria está en no olvidarse nunca de quién era antes de que el mundo la señalara como lo que es hoy: una leyenda. “Es un orgullo personal y también a nivel colectivo porque esto es un movimiento común y una lucha conjunta. Nosotras estamos siendo la generación que ha pasado de no tener nada a empezar a tener algo, pero detrás se quedaron muchas generaciones que lucharon y no lo tuvieron. Por lo tanto, para mí un orgullo y al mismo tiempo una responsabilidad saber que somos referentes para muchas niñas, niños y mucha gente adulta”, todas estas palabras las dice sin alardes, como quien ha entendido que ser ejemplo no es una meta, sino una consecuencia. Aitana no solo inspira por lo que gana, sino por la forma en la que mantiene los pies en el césped, la mirada en el pasado y el compromiso puesto en abrir camino a quienes vienen detrás. “Esto no va de edades, sino de cómo está cambiando la sociedad. Es una gran responsabilidad, pero me la tomo política y con alegría, no me da miedo”, declara la número catorce del F.C. Barcelona.

Después de haberlo ganado casi todo, la pregunta inevitable es si sigue teniendo hambre. Y Aitana, con la lucidez que la caracteriza, responde que sí: “El día que no tenga algo que me mueva voy a dejar el fútbol porque evidentemente no me va a hacer ilusión nada, ni entrenar, ni jugar, lo perdería todo. Creo que es importante tener objetivos”, reconocía. A veces, cuando se alcanza tanto, es fácil caer en la sensación de vacío. Mientras le sigan afectando las derrotas, mientras sienta enfado por un mal entrenamiento, la llama seguirá ahí y el día que no sienta nada, sabrá que ha llegado el momento de parar. “Es verdad que cuando lo ganas todo, a veces te sientes un poco vacía y dices, ¿ahora qué? Pero mi personalidad y mi ambición me hacen seguir cada día. Cuando algo te importa, sufres, una derrota, un entrenamiento malo, porque si no te importara no mostrarías ningún tipo de afecto ni de emoción. Las emociones que yo voy sintiendo me muestran que todavía me importa el fútbol y que tengo hambre de jugar”, contaba a Vogue.es. Si pudiera hablarle a la versión más joven de sí misma, Aitana lo haría con un solo consejo: paciencia porque no siempre la tuvo. “Me frustraba mucho. Pero ahora lo veo con positivismo. Correr demasiado no es bueno», confesaba con esa capacidad de mirar atrás con la compasión que también es parte del crecimiento.

Ver fuente

Farándula y Moda

Entrada siguiente

Pharaohs pets slot machine Energy Keep and Win Felix Gambling Wager 100 percent free or Real cash

Vie Jul 4 , 2025
Comparte en tus redes sociales Articles BetOnline – pets slot machine Miracle Benefits Slot Better Slots at no cost Revolves No deposit Incentives Position titles contribute a hundred% for the betting tolerance, while dining table and you will alive video game contribute quicker or nothing. British players can use the […]

Puede que te guste