Aitana protagoniza la portada del número de julio de 2025 de ‘Vogue’ España. En quioscos, el 17 de junio. La artista lleva vestido de piel, de FENDI; anillo Elsa Peretti Bean de oro, anillo T T1 de oro, anillo Elsa Peretti Split de oro y collar Titan x Pharrell Williams de oro, todos de TIFFANY & CO.Fotografía Pablo Sáez / Estilismo Alba Melendo
“Luego ya, cuando me diagnosticaron la depresión, que fue a finales de noviembre, me costaba mucho salir de la cama. A mí, que me gusta cuidar la alimentación, no comía nada sano. Me empezó a dar un poco igual cómo trataba mi cuerpo. Ahí fue cuando me di cuenta de que era muy peligroso todo lo que estaba viviendo en mi cabeza y decidí coger otra vez las riendas de mi vida. En plan: ‘Oye, vamos a darle el espacio a la mente que necesite, pero no te dejes’, ¿sabes?’”, cuenta la catalana, que desde su salto a la fama tras participar en Operación Triunfo 2017 –quedó segunda en aquella popularísima final que ganó Amaia– se ha trabajado el título indiscutible de reina del pop a escala nacional: cuenta con unos 12 millones de oyentes mensuales en Spotify y, de todos los concursantes salidos de la televisiva academia, es la artista que más números uno ha cosechado (16) en la lista semanal de LOS40, seguida de David Bisbal y Lola Índigo.
Lo cierto es que llama la atención el tono despreocupado con el que aborda muchas de las cuestiones sensibles, vinculadas o no a su salud mental, que en los últimos meses han alimentado miles de titulares. Quizá influye el hecho de saber que su público ha tenido tiempo de familiarizarse ampliamente con ellas tras el estreno en Netflix, a finales del pasado febrero, de la serie documental Aitana: Metamorfosis, dirigida por su ahora inseparable Chloé Wallace. En momentos sucesivos de la charla se repasarán en detalle las críticas que ha recibido este formato, pero lo primero es lo primero.
El documental termina con la cantante aún en un estado muy triste y vulnerable, tal como ella misma lo define. ¿Cómo te encuentras en este momento? “Estoy muchísimo mejor. Empecé a estarlo, precisamente, cuando saqué el docu y le dije a la gente que tenía depresión. Creo que ahí se me quitó un peso de encima. Sigo con la medicación, eso sí. Me han dicho que no la puedo ir bajando hasta después de los estadios. Ahora mismo, los antidepresivos me sujetan tanto por arriba como por abajo. Yo siempre he sido muy emocional, muy llorona, y ahora me cuesta llorar. Me he vuelto más racional. A veces, sí que echo de menos esos picos de ‘locura’, pero era un poco contraproducente con el momento que estaba atravesando, así que ha sido una ayuda profesional muy importante en mi vida”, comenta, y procede a compartir la que quizá haya sido su mayor revelación en los últimos meses de terapia. “Antes, necesitaba llenar mis días de actividad social. Procuraba no pasar mucho tiempo sola, porque, como se ha visto, soy muy hipocondríaca y muy dramática. Me gusta sufrir. Por eso, buscaba planes que me permitiesen no pensar. Ahora, me he dado cuenta de que puedo estar todo un día chill, de descanso en el sofá, viendo mis pelis y leyendo. Soy una versión más independiente de mí misma, capaz de encontrar la felicidad desde la soledad sin mayor problema”, profundiza.