Si creciste en los años 2000, es probable que recuerdes las botas de peluche como una de las piezas más icónicas (y controvertidas) de la moda adolescente. Acompañadas de vaqueros ajustados, sudaderas cropped y mechas de dudoso gusto, estas botas representaban la cúspide del estilo Y2K. Ahora, en pleno 2024, este nostálgico accesorio regresa con más fuerza que nunca, reimaginado de la mano de artistas y pasarelas, que este otoño/invierno las recuperan para ensalzarlas a la categoría de imprescindible contemporáneo.
Raimonda Kulikauskiene/Getty Images
La fiebre Y2K lleva ya varios años dominando la estética urbana, y las botas de pelo son la última prueba de que no hemos terminado de explorar esta década en términos de moda. Con su textura peluda, sus colores llamativos y un toque juguetón, estas botas encajan perfectamente con la búsqueda actual de piezas statement que aúnen comodidad y extravagancia.
Dos atributos, estos últimos, que precisamente buscan muchas artistas sobre el escenario. De ahí que sea justamente en este ámbito donde más hemos podido ver este tipo de calzado. Bad Gyal, por ejemplo, las ha lucido en varios de sus shows, en los que acostumbra a mezclar elementos deportivos con otros con referencias glam, dejando claro que estas botas pueden ser tan versátiles como atrevidas. Por su parte, Karol G también las ha incorporado en sus looks de gira, combinándolas con minivestidos ajustados y joyería chunky, reafirmando su estatus de icono estético.
Cómo llevar botas de pelo en 2024
Si bien las botas de pelo fueron protagonistas de los pasillos de los institutos hace dos décadas, su versión actual es mucho más sofisticada. Marcas de lujo como Moncler o Ferragamo han lanzado sus propias interpretaciones del hit con materiales de alta calidad y diseños que van desde las botas de pelo más clásicas, a modelos que apuestan por cubrir de peluche calzado tan inesperado como unos stilettos.
¿La clave para llevarlas hoy? Apostar por el contraste. Combínalas con prendas rotundas como abrigos oversized, bermudas, minivestidos o incluso pantalones cargo para equilibrar su aire juvenil. Y si buscas algo más atrevido, no dudes en jugar con accesorios a tono, como bolsos de peluche o bufandas de colores.