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Alex Van Halen está arrojando luz sobre la adicción de su hermano Eddie Van Halen a las pastillas recetadas según un informe de Us Weekly y el Miami Herald.
En su primera entrevista desde la muerte de Eddie, Alex, de 71 años, explicó que su difunto hermano, el famoso guitarrista de Van Halen, se volvió adicto a las pastillas de esteroides recetadas después de someterse a una cirugía para extirpar un tumor cerebral en los años previos a su muerte. Eddie murió en 2020 por complicaciones de cáncer a los 65 años.
“Sabes, luchó hasta el final”, dijo Alex a Rolling Stone en una entrevista publicada el pasado martes 15 de octubre.
“Cualquiera que pensara que era algo menos que eso puede chuparme lo que sea. Si supieras por lo que tuvo que pasar para vencer al cáncer, no harías el tratamiento tradicional. Algunas de las cosas raras causaron una mezcla muy tóxica en su cuerpo. Y, sí, no deberías beber con eso, Ed”.
Alex agregó que las pastillas hicieron que su hermano “se sintiera como Superman”, y un día vio a Eddie tomar todas las pastillas del frasco. La intención no era hacerse daño a sí mismo, sino perseguir ese sentimiento.
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“No vi la botella, pero la botella tenía como mil pastillas”, dijo. “Si dos es bueno, 20 es mejor. Ese era nuestro mantra”.
Alex se rió cuando lo dijo, aunque acepta que las pastillas probablemente contribuyeron a la muerte de su hermano. En el tiempo previo a la muerte de Eddie, siguió creando música mientras buscaba tratamientos experimentales contra el cáncer.
El baterista admite que la música no era muy buena, pero ese no es el punto: el punto era que él pudiera hacerlo. Cuando Eddie murió, la familia no pudo tener un funeral apropiado con el mundo todavía en medio de la pandemia de COVID-19.
Alex lo calificó de “poco ceremonioso”, y agregó que Eddie fue incinerado y que su hijo, Wolfgang, tiene sus cenizas.
Y Alex Van Halen sigue furioso porque su hermano Eddie trabajó con Michael Jackson y lo expresa con total claridad.
“Tengo que decir que Wolf hizo un trabajo fenomenal al manejar toda esa m—”.
“Fue mucho más de lo que cualquier joven debería haber estado a cargo”.
Alex, mientras tanto, tuvo que lidiar con su propio “dolor oceánico”.
“Estaba gritando y chillando. Estaba fuera de mí. Simplemente le echo de menos. Extraño las discusiones. Vivo con eso todos los días. Y no puedo traerlo de vuelta. No puedo arreglar las cosas”.
A veces, todavía puede sentir la presencia de Eddie, y le ha dicho a Rolling Stone:
“Ed ha estado cerca un par de veces. Está bien”, concluyó Alex.
“Donde sea que esté, está bien”.
