Doble limpieza facial: lo más vendido de Yepoda, una marca de cosmética coreana (y alemana)
Entre los cosméticos más vendidos de la cosmética coreana (que prometen transformar tu rutina de belleza) encontramos el Cleansing Duo de Yepoda, una marca germanocoreana que en cinco años se ha consagrado como una de las más virales en TikTok, además de una de las favoritas de francesas y alemanas. Y es que conquistar al público europeo con el saber hacer de la k-beauty fue la misión de Yepoda desde sus inicios. Veronika Strotmann, cofundadora de Yepoda junto con su marido, Sander Joonyoung, comparte con Vogue España el éxito de su célebre set de doble limpieza facial, y analiza cómo su marca pasó a convertirse en un éxito internacional gracias a la honestidad y eficacia.
The Cleansing Duo, compuesto por el Calm Balm y el Bubble Double, es lo más vendido de Yepoda. ¿En qué se basa su éxito?
La doble limpieza facial es un primer paso esencial en la rutina de belleza, y The Cleansing Duo fue el primer producto que lanzamos cuando se creó Yepoda hace 5 años. Por entonces, no había mucha gente en Europa practicando la doble limpieza; aún se llevaban las toallitas desmaquillantes por entonces. Sin embargo, el consumidor se ha educado muchísimo en estos últimos años y se ha empapado de la fiebre por la cosmética coreana. Así que creo que lanzamos el Calm Balm y el Bubble Double en el momento adecuado. Lo cierto es que encontrar un buen bálsamo limpiador, por ejemplo, no es fácil: uno con una fórmula clean, sin microplásticos, vegana, con la textura adecuada, sostenible… La gente tenía mucha curiosidad al respecto, y Yepoda llegó en el momento adecuado y se hizo muy popular.
¿Cómo se os ocurrió fundar Yepoda?
Mi pareja y yo fundamos Yepoda porque, cuando visitábamos a la familia de Sander (que es coreano), nuestros amigos europeos solían pedirnos que les trajéramos productos. Les encantaban, pero no siempre eran fáciles de encontrar ni de comprender. Queríamos crear una marca cosmética con esa inspiración coreana (su innovación, novedosos ingredientes, investigación, tecnología y todo lo que importamos de allí), y a la vez, aunarlo con necesidades que detectamos en el consumidor occidental, como la cosmética vegana y sostenible, enfocada en ingredientes naturales, en menos pasos, y hacerlo más fácil y accesible. Se nota en nuestro packaging, por ejemplo, donde el modo de uso está explicado muy fácil porque queremos crear una buena experiencia, y que la gente coja nuestros productos con ganas por la mañana, y no por la noche, sintiendo que está cansada y estresada y entonces tiene que hacerse la rutina de belleza y es mucho trabajo.
Básicamente, tenemos identificados cinco pilares en la marca: k-beauty, clean beauty, sostenibilidad, efectividad y diversión. Y la combinación de todas es algo que no encontramos en la mayoría de marcas: igual una es muy divertida y muy ‘estilo de vida’, pero a la vez le falta efectividad; o quizá otra es muy sostenible pero carece de la parte divertida. El consumidor lo quiere todo hoy en día: algo que funcione pero a la vez esté a la moda. La gente está interesada en la cosmética coreana, pero quiere incorporarla en sus propios términos, y que sea vegana.
¿Y por qué Yepoda se vende más en Italia y Francia que en Alemania, siendo germanocoreana?
Creo que Alemania no es un gran mercado para la belleza en general, a diferencia de Italia y Francia, donde la gente está muy interesada en el universo cosmético. También tenemos muchos planes para España.
La marca está muy enfocada en glass skin. ¿Cómo se adapta a las pieles occidentales, que son tan diferentes a las asiáticas?
Creemos que lo más importante es el tipo de piel y las preocupaciones de cada uno: piel seca, grasa, impurezas… Por supuesto que hay una parte más genética, pero para nosotros tiene más importancia establecer la rutina conforme a las características de nuestra piel, más que su herencia o de dónde venimos.
¿Entonces cualquier persona puede lograr una glass skin usando Yepoda?
Creo que todos podemos conseguir la mejor versión de nuestra piel usando Yepoda. Genéticamente puedes tener una piel increíble, pero también se trata de preservar su salud. Lo más importante de la cosmética coreana es que es muy preventiva. En Europa solemos esperar a tener arrugas para usar crema antiarrugas, y aun así quizá ni usemos spf. En cambio, en Corea están muy concienciados sobre la necesidad de hidratarnos varias veces al día o de usar spf incluso en invierno y aunque no salgamos de la oficina. Y son ese tipo de acciones continuadas en el tiempo las que nos ayudan a alcanzar una glass skin.
¿Tu marido y tú teníais alguna experiencia previa en belleza?
Ambos trabajábamos en moda, en una start-up que ya ni existe. Y creo que es precisamente nuestra perspectiva de outsiders lo que más nos ha ayudado con Yepoda. Desde el principio, empezamos a visitar fábricas y laboratorios con los que queríamos trabajar, y les dábamos nuestra larga lista de exigencias. Unos nos decían que ya tenían este producto preparado de marca blanca, que solo teníamos que ponerle encima el nombre y así era más fácil, o que con un 0,01% ya podías decir que un ingrediente estaba presente en la formulación, que solo era una cuestión de marketing, más allá de su efectividad… El problema es que hay muchas marcas en el mercado sobreprometiendo al basarse en esto. Nosotros queríamos ser consecuentes y dignos de confianza.
Y ahora Yepoda arrasa en TikTok…
Yepoda se lanzó en 2020, cuando TikTok aún no era tan grande. Nosotros nacimos más como una marca de Instagram, y ahí tenemos un millón de seguidores sumando todos los mercados. En TikTok tenemos un millón veintisiete mil seguidores, y ahí hay mucha gente loca con el skincare, y el algoritmo es cada vez más nicho. TikTok es muy interesante. Yo soy millennial y elijo Instagram, pero, como marca, TikTok te permite conectar con el consumidor a otro nivel.