Hemos seleccionado 10 alimentos ricos en vitamina C para que los consumas a diario. Recuerda que, a diferencia de los suplementos (más de 1.000 mg de ácido ascórbico pueden provocar molestias estomacales e intestinales), los alimentos no pueden proporcionarnos «demasiada» vitamina C. Cocínalos poco o nada, ya que la vitamina C es sensible al calor y se desactiva con la cocción. Así que cómelos crudos, o solo ligeramente cocinados, a baja temperatura.
10 alimentos ricos en vitamina C
#1 – Guindillas picantes
Las guindillas son una auténtica bomba de vitamina C: 100 gramos de estas pequeñas verduras picantes aportan unos 229 miligramos. Además, también contienen una dosis considerable de vitamina A o retinol, que retrasa los signos del envejecimiento en la piel. Píquelas crudas sobre pasta, carne, pescado o ensaladas. Y añade un poco al gazpacho, la sopa fría por excelencia del verano.
#2 – Guayaba
Esta fruta exótica que crece en zonas tropicales también encabeza la lista de alimentos más ricos en vitamina C: 100 gramos de guayaba nos aportan alrededor de 228 mg de este nutriente vital. Además, esta superfruta rica en polifenoles y carotenoides es un potente antioxidante, antiinflamatorio, antiviral y antibacteriano. Cuando la encuentres en la frutería, arrampla con ella.
#3 – Grosellas negras (y otras bayas)
Todos los frutos rojos, y especialmente las grosellas negras, que contienen unos 180 mg por cada 100 g, son ricas en vitamina C. Prueba a consumirlas con regularidad, incluyéndolas en tus batidos matinales, añadiéndolas al yogur griego o comiéndolas como tentempié saludable entre horas junto con unas pocas almendras, anacardos o nueces.
#4 – Pimientos rojos
Los pimientos rojos (y amarillos) también son una excelente fuente de vitamina C: 100 gramos aportan unos 166 mg de este nutriente. Los pimientos rojos también están deliciosos crudos: córtalos en dados y espolvoréalos sobre las ensaladas, o córtalos en tiras y mójalos en hummus y guacamole.
#5 – Col rizada
La col rizada (o kale) se ha convertido en un alimento de culto entre los amantes de todo lo healthy: las ensaladas de col rizada y aguacate se consideran el plato saludable por excelencia. Esta verdura de la familia de las brassicáceas nos aporta 120 mg de vitamina C por cada 100 gramos. Utiliza estas hojas oscuras para elaborar ensaladas imaginativas, pero también para smoothies hipernutritivos.
#6 – Kiwi
Esta fruta originaria de China y ahora popular en todo el mundo es una excelente fuente de vitamina C: contiene unos 85 mg por cada cien gramos. Pero eso no es todo: el kiwi también contiene vitamina E, calcio y potasio; y gracias a su óptima combinación de fibra soluble, insoluble y enzimas, mejora la digestión y el tránsito intestinal. Córtalo en rodajas sobre tu muesli matutino, o cómelo como tentempié entre horas.
#7 – Naranjas (y otros cítricos)
Son la primera fruta que nos viene a la mente cuando pensamos en vitamina C, y con razón: las naranjas, como todos los cítricos, la contienen en grandes cantidades. Una naranja mediana aporta unos 75 mg, y medio pomelo unos 39 mg. En zumo también son excelentes, pero tómalos recién exprimidos para evitar que la vitamina C se oxide.
#8 – Brócoli
El brócoli es un gran alimento saludable que también es rico en vitamina C: contiene unos 89 mg por cada 100 g. ¿Lo has probado probado crudo? Puedes añadirlo en rodajas finas en ensaladas, con un sabroso aliño de tahini (crema de sésamo), limón, aceite de oliva y salsa de soja. Si no te gustan crudas, cuécelas rápidamente al vapor y disfrútalas aún crujientes, con aceite de oliva virgen extra, limón y sal marina.
#9 – Fresas
Si te encantan las fresas, una razón más para comerlas hasta hartarte es su alto contenido en vitamina C. Una taza de 4-5 fresas medianas nos aporta unos 49 mg de este nutriente vital. Machácalas en tu yogur griego, mézclalas en batidos y guárdalas en el congelador para disfrutarlas incluso cuando se acabe la temporada.
#10 – Coles de Bruselas
Estos microbrotes son un concentrado de nutrientes beneficiosos para la piel: contienen betacaroteno, vitamina A, vitamina E y vitamina C, esenciales para la síntesis de colágeno. 100 gramos de esta verdura aportan 85 mg de vitamina C. Prueba a comerlas crudas, cortadas muy finas en ensalada, quizá con unas lascas de queso parmesano. Y tu piel brillará como nunca.
Este artículo se publicó originalmente en Vogue.it