Cuando las alpargatas se convirtieron en el calzado de verano por excelencia
Las alpargatas, también conocidas como esparteñas en algunas regiones del país, son mucho más que un calzado bonito ya que incorporan historia, tradición y versatilidad en estado puro. Aunque en muchas ocasiones las asociamos a ferias y fiestas populares, lo cierto es que se han convertido en una apuesta segura para el día a día, desde los paseos urbanos hasta las jornadas laborales. En casi todos los armarios españoles existe un modelo de alpargatas, ya seas del sur y sean el clásico que combinas en cada feria con tu traje de flamenca o si vives en cualquier parte de España y el verano te anima a ponerte este calzado tan Mediterráneo. Casi todas de nosotras antes o después hemos tenido la maravillosa idea de invertir en unas alpargatas de cáñamo.
El término alpargata proviene del árabe hispánico al-pargát, y este a su vez del latín sparteum, haciendo referencia al uso del esparto como materia prima. Y es que una de las principales características de este calzado es su suela de esparto presente en infinidad de alturas, formas y colores.
La estética natural y desenfadada ha convertido a las alpargatas en las protagonistas de los looks veraniegos más apetecibles y han pasado de un calzado relegado a lo rural y a lo folclórico a un símbolo de estilo y elegancia. En definitiva, una pieza de culto entre las tendencias de primavera-verano 2025.
Las hay planas, con cuña, con cintas al tobillo, cerradas o abiertas, bordadas, de animal print o completamente neutras y esa capacidad de adaptarse a cualquier estilo es lo que las convierte en una prenda imprescindible cada verano.