Ya desde su primer plano, en el que se observa una casa de muñecas, se puede intuir que la artista está tratando de reflejar la continua presión a la que se ven sometidas las celebridades como consecuencia de su fama. De hecho, han sido varios usuarios los que han encontrado similitud entre esta casa de muñecas que se ve al principio del vídeo y su participación en el concurso que le catapultó al estrellato, Operación Triunfo. Un programa en el que se juzga el desarrollo vocal de los concursantes y en el que estos son grabados las 24 horas del día con el fin de que los espectadores empaticen con sus distintas personalidades y conflictos, y ahí encuentren a su favorito. Si bien Amaia fue la ganadora de la edición en la que participó, su progreso ha sido muy dispar en comparación con el del resto de sus compañeros, debido a que la de Pamplona ha escogido una fórmula muy personal, basada en elegir muy bien sus proyectos y en alejarse lo máximo posible del ojo público, que le funciona a la perfección.
Su recién estrenado sencillo, Nanai, es el medio perfecto para introducir a sus seguidores en su nueva era experimental. Producido por Ralphie Choo, uno de los músicos emergentes más aclamados a nivel nacional, este tema oscila tranquilamente por el pop, pero juega con otras melodías como la bossa nova o la samba. La misma Amaia ha participado en su producción y ha contado también con la colaboración de otros artistas como Irene Garry, Amore y su propio hermano, Javier Romero, para crear esta nueva canción en la que rescata ritmos actualmente inusuales, al igual que hizo en ocasiones anteriores con otros de sus temas inspirados en el folclore.
Siempre original y sorprendente, Nanai podría tratar sobre una relación entre dos personas en la que la ensoñación vence por encima de la realidad, aunque también podría servir como explicación al amor que la cantante posee por la música. A pesar de la sensación agridulce que se intuye en su letra, el sujeto de la canción termina encontrando cobijo en algo o alguien, y teniendo en cuenta el planteamiento de su respectivo vídeo musical, tendría sentido catalogar esta canción como una oda personal de Amaia hacia su trabajo.