Es una de las actrices más prolíficas de nuestro país, pero también una de las más estilosas. Ana Rujas posaba radiante esta mañana ante las cámaras de los fotógrafos presentes en la presentación de su próximo largometraje, La buena letra, el cual forma parte del cartel de esta edición del Festival de Málaga 2025. Aparecía por allí muy sonriente y enfundada en una especie de abrigo ‘efecto piel’ de color mocha mousse y con unas grandes gafas reflectantes, pero la guinda de su estilismo estaba aún por desvelarse.
Tras quitarse la prenda exterior que envolvía su figura, la intérprete, iluminada bajo el incipiente sol malagueño, dejaba ver un vestido que, desde luego, no dejó indiferente a nadie. Se trataba de un diseño firmado por Loewe que escondía algunas de las características más distintivas de su actual director creativo, Jonathan Anderson, y que conseguía hacer de la imagen de Rujas algo angelical a la par que un tanto vanguardista.
Sin mangas, de escote cerrado y con un largo irregular, la silueta del vestido se movía con naturalidad entre los abullonados y los plisados y contenía un detalle de un lacito metalizado justo al final de su parte delantera. Como únicos complementos, sin contar las gafas y el abrigo que llevaba antes de posar por este photocall, su estilista, Jorge Ariza, seleccionó junto a ella unos salones Toy realizados en tejido denim –también obra de la firma de origen español– y unos cuantos anillos plateados adornando sus manos.
