De Angelina Jolie podríamos esperar estilismos de esa elegancia clásica de Hollywood, si al menos atendiésemos al method dressing que se ha impuesto entre las actrices a la hora de presentar sus películas. Pero el estilo de la actriz norteamericana no funciona así: antes de empezar la promoción de Maria, donde interpreta a la soprano griega Maria Callas, sus apuestas de largo ya eran sofisticadas, sin adscribirse a ninguna marca y luciendo solo y exclusivamente lo que más le apetecia.
En el Festival de cine de Nueva York, Jolie ha vuelto a demostrar que sigue siendo de las raras avis que se viste en los márgenes del sector. En el estreno de la producción dirigida por Pablo Larraín apostó por un vestido absoluto de diosa griega. El diseño era de tirantes, marcado justo en cintura y pecho, con un juego de drapeados que recordaba mucho al estilo de Madame Grès. La forma de Angelina Jolie de darle un toque otoñal al conjunto ha sido a través de las sandalias, concretamente con un color que está en boca de todos en este momento. El granate, tan favorecedor, es el tono que lució la artista en unas sandalias con escote peep-toe y plataforma, en un tejido de brillo aterciopelado. Se trata del diseño ‘Romance’ de Aquazzura. La pedicura y la manicura iban a juego, contrastando sutilmente con el labial rojo de la actriz.
TheStewartofNY/Getty Images