Los looks de oficina de Anne Hathaway (o, más bien, de Andy Sachs) son toda una lección de estilo corporativo
Parece ser que una de las estrategias para incrementar aún más el hype en torno al próximo estreno de El diablo viste de Prada 2 (previsto para el 1 de mayo del año que viene) se basa en dejarnos ver algunos de los estilismos que llevará Anne Hathaway en la película. Miguita a miguita, las imágenes del rodaje nos van dando pistas sobre la posible trama de esta secuela, y el vestuario que hemos podido apreciar hasta ahora parece indicar que Andy Sachs pisará la redacción de Runway con más fuerza que nunca.
¿Será la diligente Andy la sucesora de Miranda Priestly? Aún es pronto para afirmarlo, ya que ni siquiera se ha podido ver todavía a Meryl Streep por el set, pero tanto su look anterior (con un impecable conjunto de raya diplomática), como esta última aparición alimentan esta sospecha. Sería, sin duda, un giro de guion muy interesante, especialmente si pensamos en cómo terminó su primera entrega.
Todo son conjeturas por ahora. Lo único confirmado es su fecha de lanzamiento y que contará con casi todo el reparto original –además de otras adiciones muy apetecibles–. Pero lo que queda claro es que Anne Hathaway domina como nadie el estilo corpcore; esa estética que hace referencia al vestuario de oficina más depurado y que bebe en gran medida de las siluetas y el minimalismo noventeros. En esta ocasión, la actriz portó un traje gris compuesto por un blazer entallado y unos pantalones con pernera ancha, acompañado por una camisa satinada y fruncida por debajo. Escogió además como accesorios un cinturón negro con hebilla plateada, unas gafas de sol oscuras, botines de inspiración cowboy y un collar de perlas.
Jose Perez/Bauer-Griffin