Artesanía y emoción: así es el universo wearable de Atelier Pottery.
La cerámica ya no vive solo sobre la mesa. Hoy se lleva en las orejas, se cuelga del cuello y se convierte en pieza protagonista de tus looks de verano. ¿La responsable? Atelier Pottery, el taller madrileño que ha transformado la porcelana en arte usable. Literalmente.
Todo empezó con unas medallas de iniciales que se hicieron virales y se convirtió en el inicio de un nuevo lenguaje creativo: “Soy muy inquieta y creativa, hacer vajillas ya no me motivaba. Me aburría. El cuerpo me pedía hacer piezas más pequeñas, más artísticas, pequeñas esculturas que puedes llevar como accesorios y que además favorecen. Te hacen más guapa”, cuenta María Vega de Seoane, fundadora del atelier.
La colección “Juicy Porcelain” —sí, es justo como la imaginas— nace de esa emoción que todas sentimos cuando llega el calor, las terrazas se llenan, y ya se puede oler el verano (y los protectores solares) en el aire. Es ese color azul particular del cielo que te recuerda que las vacaciones están cerca y la felicidad de llevar un pendiente con forma de flor. Nace de “ese pensamiento donde idealizas un verano perfecto”, dice María. Y ese ideal, ahora, también se lleva colgado.
Las piezas se fabrican con una fórmula que mezcla porcelana y celulosa: «Es como la receta de la Coca-Cola, pero en porcelana, con ello consigo piezas más voluminosas y menos pesadas pero con la dureza máxima de la porcelana”. Cada joya se diseña a mano, se hornea a más de 1.000 grados, se esmalta, se vuelve a hornear y se termina con fornituras propias, también diseñadas por el equipo. Un proceso muy artesanal. No hay dos iguales. “Son únicas e irrepetibles”, confirma María.