Estando inmersos en una era en la que los zapatos planos (y cómodos) ganan por goleada, es lógico que las bailarinas busquen continuamente mil y una formas de reinventarse. Hace ya unos días, adelantábamos desde esta cabecera la incipiente incursión de los empeines escotados, una tendencia que brotó por las calles de Milán durante su pasada Semana de la Moda, que fue la favorita de nuestras madres y abuelas (e incluso la de de Lady Di) en la década de los ochenta, y que ahora parece querer trasladarse con mucha fuerza hasta las bailarinas.
Mismamente, fue Gigi Hadid la que se calzó unas bailarinas con esta silueta la semana pasada para asistir al desfile de Miu Miu, pero ha sido Katie Holmes la que, esta vez, nos ha convencido del todo. Con un ramo de flores en la mano, la actriz paseaba por Manhattan con un estilismo que, más primaveral, imposible, y con el que acaparaba toda la atención. Elegante a la par que casual, lució una fresquita camisa de rayas azules y blancas metida por debajo de sus pantalones anchos color caqui, un bolso estampado con detalles en verde y unas gafas de aviador. Pero el toque maestro de todo el look se escondía en la elección de sus zapatos.
En lugar de escoger unas zapatillas o unas bailarinas cualquiera, Holmes optó por unas en color blanco, de puntera y escote almendrados, capaces de conquistar a cualquiera a primera vista. Un diseño que marca la diferencia por su empeine alargado y sutilmente puntiagudo (que se asemeja, como su propio nombre indica, a la forma de dicho fruto seco) y que suele poseer también una horma de esta misma silueta.
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