Photographed by Acielle / Style Du Monde
La tendencia, desde luego, no es nueva. Ya hemos tenido ahí a Grace Wales Bonner y Emily Bode, dos diseñadoras proponiendo moda masculina acompañada precisamente por este tipo de calzado. Al frente de sus respectivas firmas, ambas creadoras llevan varias temporadas incluyendo bailarinas y merceditas. Este otoño 2023 no fue diferente: la primera actualizó el look de dandy a través de una sastrería deconstruida con mary-janes deportivos. A la segunda igual le valen para reinventar la estética de inspiración navaja o los looks veraniegos más desenfadados. En manos de Bode, los calcetines con bailarinas son una combinación naïf igual de válida para el hombre de cara a la primavera 2024, una temporada en la que también Loewe apuesta por este calzado plano, sumado a vaqueros anchos y prendas de punto.
Bode otoño 2023.
Wales Bonner otoño invierno 2023.
Mary janes con tacón en Charles Jeffrey Loverboy otoño invierno 2023.
Bailarinas en Loewe primavera 2024
Bailarinas en Bode primavera 2024
El debate comenzó a surgir a comienzos de 2022. Hace unos meses en esta cabecera analizábamos también el fenómeno: la actualización de los mary-janes definitiva pasaba por proponerlas para hombre. Fue una idea que encontramos en la colección de otoño 2022 de Jonathan Anderson, con suela a contraste y conjuntadas con calcetines, como en Wales Bonner. Fendi también apostó por ellos, a través de un calzado oscuro conjuntado con calcetines de ejecutivo en tonos como el burdeos. La diseñadora Silvia Venturini daba una curiosa vuelta de tuerca a la estética colegial con unas merceditas masculinas cuya correa incluía un inesperado reloj: “Todo el mundo utiliza su móvil para ver la hora, así que el reloj se ha convertido cada vez más en una pieza decorativa”, explicó entre bambalinas por aquel entonces.
Fendi otoño 2022.
Jonathan Anderson otoño 2022.
Erdem otoño 2022.
El gesto le vale, como a todas las firmas aquí mencionadas, para desencorsetar el rígido protocolo que tiene un hombre a la hora de vestir. Los referentes de diferentes disciplinas como la música a ello contribuyen: si David Bowie o Marc Bolan enarbolaron en los años 70 unas rotundas plataformas con tacón, hoy tenemos a Harry Styles dinamitando toda la heteronormatividad que puede destilar un guardarropa masculino. Le hemos visto llevando unos mary-janes de Gucci, un diseño de carácter infantil que se limita a los primeros años de un niño. En la portada de su tercer disco, Harry’s House, apostó por un total look femenino de Molly Goddard, acompañado por unas bailarinas. Del mismo modo, el diseñador Marc Jacobs ha pasado de lucir tacones a enfundarse en bailarinas masculinas de Balenciaga y de Yves Saint Laurent, que combina con todos sus estilismos. Si hay algo que Styles y Jacobs dejan claro es que se sienten muy, muy cómodos en esa fluidez de códigos que aspira a normalizarse. “Vivimos en un momento en el que las siluetas en general no son tan estrictas en lo que respecta a género”, comentan desde Hereu. Esta firma española se ha especializado en calzado que parte de siluetas clásicas para reinterpretarlas, sin tener en cuenta el sesgo de género al que desde siempre se ha asociado. Así, por ejemplo, proponen también bailarinas para hombre y mocasines que evocan la silueta de una mercedita. “Están teniendo buena acogida, ya que es algo propio de nuestra marca”, apuntan cuando les preguntamos por la respuesta de sus clientes ante este tipo de estilos. “Nuestro consumidor, o al menos al que aspiramos, tiene una visión más abierta y tolerante hacia las propuestas sin género”.