Movimiento histórico de integración en el transporte marítimo español: Baleària ha firmado dos acuerdos vinculantes para hacerse con las operaciones de su rival Naviera Armas Trasmediterránea, a excepción de una parte de las actividades en el Estrecho de Gibraltar, que van a manos del operador danés de ferrys DFDS.
El largo proceso de concentración en el sector naviero ya se cobró en el pasado referencias como Trasmediterránea, Isnasa, Iscomar, Contenemar, y ahora está en marcha el proyecto de entrada de Armas en el perímetro de Baleària, pendiente de la opinión de las autoridades de la Competencia. La compradora se haría fuerte en el mercado canario y apuntalaría sus posiciones en el norte de África.
Baleària, propiedad del empresario Adolfo Utor (accionista de PRISA, editora de El País y Cinco Días, con un 4,9% del capital) ha pactado adquirir un primer paquete que incluye la actividad empresarial, rutas, activos y la plantilla (1.500 trabajadores) en Canarias, Península, Argelia y Alborán, junto con el negocio de transporte terrestre. El segundo acuerdo agrupa la totalidad de los activos y empleados de las operaciones del Estrecho, con el referido reparto entre Baleària y DFDS. Las partes han eludido desvelar el importe previsto para esta transacción.
Los fondos presentes en el capital de Armas (Barings, Bain, Cheyne Capital) encargaron en 2023 la venta de la compañía al banco de negocios Houlihan Lokey. Si Armas Trasmediterránea termina en poder de Baleària habrá culminado un largo proceso de reestructuración financiera de la primera, que perdió más de 400 millones en los años de la crisis sanitaria y quedó sumida en una situación patrimonial crítica que obligó a desinversiones.
Desde Armas se argumenta que las rutas interinsulares en Canarias, las que enlazan Canarias y la Península, Alborán y Argelia generaron cerca de 420 millones de euros de ingresos en 2024. Entre los principales activos que entrarán en el perímetro de Baleària destacan los buques Volcán de Teno, Volcán de Tamadaba, Villa Tazacorte, Volcán de Tinamar, Volcán de Tindaya, Juan J. Sister, Almariya y Volcán de Timanfaya. La compañía también se hace con las terminales portuarias, oficinas, concesiones y acuerdos de servicios en como La Esfinge, Tenerife, Arrecife, Puerto Rosario, Cádiz, Melilla, Motril, Almería, La Palma, La Gomera, Valverde, Los Cristianos, Argelia y Nador.
En cuanto a las rutas incluidas del Estrecho, generaron unos 66 millones de euros de ingresos el año pasado. Los principales activos comprometidos con Baleària en esta segunda operación incluyen el buque Ciudad de Málaga y una concesión en Algeciras. DFDS, por su parte, se hace con los barcos Volcán de Tamasite y Villa de Agaete, además de las concesiones y terminales de Algeciras, Ceuta y Tánger Med.
Ahora es la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) la que debe analizar el pacto de compraventa, en un proceso que podría llevarse entre tres y seis meses. En el foco estarán especialmente los servicio en Alborán, con los enlaces entre Almería, Motril y Melilla, donde Baleària actuaría como opción única. Armas Trasmediterránea ha obtenido las autorizaciones de sus accionistas y acreedores para ejecutar ambas operaciones.
Adolfo Utor ha resaltado que el acuerdo permitirá a Baleària “recoger el testigo de la histórica Trasmediterránea y de la naviera Armas, tan enraizada en Canarias, y garantizar la estabilidad y la cohesión territorial a través de una naviera local más competitiva con las sinergias generadas entre Baleària y Armas Trasmediterránea”.
Esta inversión daría el tamaño necesario a la levantina para competir en un negocio con marcada presencia de grandes operadores internacionales, además de garantizarse, según sostiene Baleària, la estabilidad de los servicios marítimos, las obligaciones de servicio público y el empleo: “Si esta operación se ejecutara, contribuiría a que una naviera local siguiera compitiendo eficientemente con los recién llegados grandes grupos navieros que ya operan en nuestras aguas”, ha añadido Utor.
Un proyecto mayor
El consejero delegado y presidente de Naviera Armas Trasmediterránea, Sergio Vélez, ha destacado a través de un comunicado que la operación supone “la consolidación de nuestro futuro en las regiones donde operamos”, a través de la integración “en un proyecto de mayor envergadura que abrirá nuevas oportunidades para nuestros empleados y colaboradores”.
Con Armas recién sacada al escaparate, Adolfo Utor declaró en marzo de 2023 a Cinco Días su apetito por el rival y por el tráfico en Canarias: “O compramos la naviera Armas o el que se haga con ella nos tendrá enfrente en el mercado canario”, dijo entonces. Una primera porción de Armas, la de los tráficos baleares, fue colocada en 2021 a la italiana Grimaldi por 375 millones. Tras ello, el empresario esgrimió “la necesidad de preservar la españolidad de un agente principal en el transporte marítimo”, refiriéndose a Armas Trasmediterránea en plena ofensiva de grupos como MSC y Grimaldi tras el paso de la pandemia.
Baleària cuenta antes de este movimiento con 45 buques y 28 rutas en cinco países, a lo que busca sumar tráfico interinsular canario y mayor presencia en el norte de África.