Beatriz Palacios firma las joyas más sorprendentes de la temporada: un cerillero y una cuchara para el caviar

Si hay unas piezas de moda carentes, en principio, de cualquier atisbo de practicidad, esas son las joyas. Concebidas puramente como adorno y artificio, son siempre la síntesis del lujo más caprichoso. Sin embargo, dos diseños muy concretos vienen a desmontar esa tesis y, de paso, a hacernos reflexionar sobre los límites de la funcionalidad y el ornamento. Se trata de dos de las creaciones de la colección de otoño-invierno 2024/2025 de Beatriz Palacios, joyera iconoclasta donde las haya, que siempre ha transitado un universo creativo propio y exento de inspiraciones obvias.

La diseñadora –licenciada en Ingeniería de minas– suele proponer piezas que se mueven más cerca del arte, sin renunciar a esa cualidad que suelen resistirse a las joyas habitualmente: pueden ser llevadas todos los días. Sin embargo, en el catálogo de esta temporada, hay dos piezas en concreto que han llevado ese mantra más lejos todavía: un cerillero y una cuchara de caviar. “Llevo bastante tiempo queriendo explorar ese punto medio entre el utilitarismo y la belleza, donde un objeto cotidiano se transforma en una pieza de joyería, pero sigue cumpliendo su función. Todo comenzó durante un viaje a París para presentar mi colección anterior, SWAN. Me llamaron mucho la atención los ganchos de cortina de ducha que vi en mi alojamiento. Saqué uno de ellos, lo fotografié, tomé sus dimensiones y a partir de ahí desarrollamos la línea de pendientes ‘Hook’ de la colección HARDWARE. Esto me llevó a reflexionar sobre otros objetos que podemos encontrar en ferreterías: sartenes, cuberterías, encendedores… fue ahí donde surgió la idea de la caja de cerillas y la cucharita de caviar para completar HARDWARE”.

Beatriz Palacios firma las joyas ms sorprendentes de la temporada un cerillero y una cuchara para el caviar

Cortesía de Beatriz Palacios

Beatriz Palacios firma las joyas ms sorprendentes de la temporada un cerillero y una cuchara para el caviar

Cortesía de Beatriz Palacios

Al ser réplicas exactas de objetos útiles, ambas piezas fueron complejas de resolver, tanto desde el punto de vista de diseño como del de fabricación. Es decir, tenían que poder cumplir la función para la que fueron creadas. Así, el cerillero está realizado en plata con baño de oro y plata. De él pende una perla de agua fresca que oficia de tirador para abrir la caja que contiene los fósforos. En sus laterales tiene una superficie rugosa adherida para rasgar y prender las cerillas. “El proceso de producción fue un verdadero reto, especialmente con el cerillero. Se trata de una caja y hacer que las dos partes encajaran a la perfección y, al mismo tiempo, que la pieza fuera funcional y segura, nos llevó mucho tiempo. Queríamos que fuera un objeto que no solo se pudiera llevar como una joya, sino que también funcionara de manera efectiva. Hicimos varios prototipos y ajustes, y nos tomó unos dos meses lograr que todo encajara de la manera que queríamos. La caja tiene que permanecer cerrada cuando se lleva colgada, pero ser lo suficientemente fácil de abrir para usar las cerillas», revela Palacios.

Por su parte, la cuchara de caviar está fabricada en plata, latón y una perla de agua dulce. Ambas piezas vienen acompañadas de una cadena larga cuya longitud puede graduarse fácilmente con una pieza que actúa como cierre. «En el caso de la cucharita de caviar, el reto fue el diseño de la parte que se introduce en la boca. Estuve investigando mucho en la forma de las cucharas antiguas y al final le dimos una caída similar a la que se hacía en las cucharitas para dar de comer a los bebés en el siglo XIX”, desvela la diseñadora.

Ambas joyas desdibujan la frontera entre ornamento y funcionalidad, demostrando que no solo no son conceptos contrarios, sino que incluso pueden ir unidos manejados de la manera correcta. Y ahí es donde el diseño –disciplina que siempre ha puesto el foco en hacer objetos bellos y útiles– cumple el papel de nexo entre ambos polos. Palacios confirma la intencionalidad de estas piezas: «Quería jugar con esa dualidad. Mi intención era desafiar la percepción de lo que puede considerarse ‘valioso’ o ‘elegante’. Al tomar objetos comunes y convertirlos en joyas de plata, estoy resaltando su importancia en la vida cotidiana y dándoles una nueva perspectiva. Es como si estuviera diciendo que lo funcional también puede ser digno de admiración y belleza. Además, creo que hay un elemento de sorpresa en el hecho de que una caja de cerillas o una cucharita de caviar puedan llevarse como piezas de joyería».

Beatriz Palacios firma las joyas ms sorprendentes de la temporada un cerillero y una cuchara para el caviar

Cortesía de Beatriz Palacios

Beatriz Palacios firma las joyas ms sorprendentes de la temporada un cerillero y una cuchara para el caviar

Cortesía de Beatriz Palacios

A pesar de tratarse de piezas que se alejan de los estándares habituales de la joyería –o precisamente por ello– la acogida ha sido excepcional, tal y como confirma la diseñadora. “La recepción ha sido increíble. Presentamos la colección en París y Nueva York, y tanto la caja de cerillas como la cucharita de caviar fueron las piezas que más llamaron la atención. Creo que a los clientes les fascina el concepto de tener una joya que también cumple una función. Además, estas piezas despiertan curiosidad y conversación, lo cual es algo que siempre busco en mis diseños”.

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Farándula y Moda

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