Aunque pueda parecer imposible, cada aparición de Bella Hadid por la ‘red carpet’ supera a la anterior
Tras una temporada alejada de los focos, la estrella del modelaje ha vuelto al ojo público con más fuerza y desparpajo que nunca. Teniendo en cuenta el exitoso lanzamiento de Orebella –su nueva marca de perfumes– y sus múltiples apariciones por el Festival de Cannes, son muchos los aficionados que ya especulan sobre su posible regreso a las pasarelas la temporada que viene. Aunque, pase lo que pase, lo que está claro es que Bella Hadid es todo un fenómeno en el mundo de la moda, y su influencia a nivel cultural alcanza niveles estratosféricos.
A su paso por el estreno de la cinta L’Amour Ouf en Cannes, la top volvió a deslumbrar en la alfombra roja con un impresionante diseño de archivo firmado por Versace. Concretamente, se trataba del look con el que la firma italiana cerró su desfile primavera/verano 2001. Todo al negro, el vestido mezclaba distintos tipos de tejidos y presentaba un corpiño de gasa con escote halter, cuya cintura vasca conducía hasta una larga falda de lentejuelas. Como complementos, le bastaron un elegante chal caído que reposaba sobre sus antebrazos y unos grandes pendientes y anillos de Chopard para dejar un look para el recuerdo.
La modelo Caroline Ribeiro fue la encargada de cerrar el desfile primavera-verano 2001 de Versace con este despampanante vestido.Versace/Vogue Runway
Ernesto Ruscio/Getty Images
Es bien sabido que Bella Hadid acostumbra a lucir las mejores piezas vintage que cualquier seguidor de la moda se podría imaginar y siempre lo hace llevándose los diseños a su terreno. Haciendo muestra de su elegancia, sin caer en la pomposidad y respetando las creaciones originales, la modelo sabe cuál es la mejor manera de reinventar los looks de archivo, y esto es algo extremadamente apreciado por los diseñadores. Es más, la reacción de la mismísima Donatella Versace al verla con este vestido no contuvo más que palabras de admiración, y llegó a expresar en una publicación de Instagram que la pequeña de las hermanas Hadid es, definitivamente, la encargada de “traer la magia hasta el Festival de Cannes”.
Desde portar el vestido más sexy y transparente que jamás se había visto por la Croisette, pasando por un diseño de keffiyeh con el que rendía homenaje a sus raíces palestinas, hasta llegar a esta aparición firmada por Versace con la que nos ha dado una vez más toda una lección sobre cómo pisar una alfombra roja: dicho certamen ha sido el escenario en el que la modelo ha vuelto a dar rienda suelta a su estilo y nos morimos de ganas de ver qué más está dispuesta a ofrecer.
