Es oficial: los lunares han vuelto a nuestras vidas. De vestidos a faldas, pasando, sobre todo, por los bikinis. Y es que si hace unas semanas era Camille Charrière la que lucía un culotte de topos, hace solo unos días era Kylie Jenner la que sorprendía con dos declinaciones de un mismo concepto: primero con un bikini negro de lunares blancos y luego con la versión inversa en blanco con lunares negros.
El hecho de que la pequeña de las Jenner haya repetido tendencia es, en pleno 2025, quizás la muestra más inequívoca de que este estampado clásico que evoca los años 50 y 60 regresa en clave moderna para inundar nuestras playas y piscinas este año. Con ese punto vintage que enamora, el print encarna como pocos la elegancia y alegría de las costas mediterráneas y quizás por eso, no sorprende que las it girls del momento hayan caído rendidas a él un año más.
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¿El motivo? Pues en realidad hay varios argumentos: es versátil, favorecedor y fácil de combinar con cualquier accesorio. Desde un pareo de lino hasta unas gafas de sol oversize o un sombrero de paja, pero también otros menos previsibles como unas zapatillas Onitsuka Tiger, como ya demostró Charrière.
Además, por si su versatilidad estética no fuese suficiente reclamo, el estampado juega también con el contraste y la simplicidad, haciendo que sea adecuado para cualquier tipo de piel y figura, y un acierto seguro para quienes buscan ese toque elevado sin complicarse demasiado.