A pesar del lanzamiento sorpresa reciente de la primera canción de Billy Joel en casi 20 años, el cantante y pianista neoyorquino se niega a publicar un álbum muevo, que sería el primero desde “River Of Dreams” de 1993.
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“¡NO!”, respondió sin rodeos cuando Variety le preguntó sobre un proyecto de estudio más grande.
“¿Quién hace álbumes ahora de todos modos?”, añadió.
“Creo que la única persona que hace álbumes nuevos hoy en día es Taylor Swift u Olivia Rodrigo. No conozco a otras personas que hagan álbumes. No sé cómo es el marketing de eso ahora”.
Parte de ese esfuerzo de marketing podrían haber sido sus últimas apariciones televisivas en los Grammy y la transmisión nacional de uno de sus conciertos en el Madison Square Garden. Pero la transmisión del espectáculo de Nueva York fue interrumpida de forma polémica. Peor aún, el problema ocurrió mientras Joel interpretaba su canción característica, “Piano Man”.
Joel admitió:
“No me sorprendió. Nunca he estado muy contento con la forma en que se presenta la música en la televisión. Creo que para la gente de la televisión, en realidad todo se trata de lo visual. Si estás mirando un televisor, verás una pantalla grande y un pequeño pequeño altavoz y eso debería decirte suficiente sobre cuáles son sus prioridades”.
CBS anunció rápidamente una retransmisión completa del concierto, pero el daño ya estaba hecho. Joel se ocupó de una gira co-estelar junto a Sting después de que su eterna residencia en el Garden llegara a su fin.
Sus listas de canciones incluían “Turn the Lights Back On”, la nueva canción tan esperada de Joel. Pero a pesar de su cálida bienvenida, Joel todavía describe escribir canciones como una “forma de tortura”.
Refiriéndose a su piano, Joel le dijo a Variety:
“Hay una gran bestia negra con 88 dientes que quiere arrancarme los dedos de un mordisco mientras escribo. Me vuelvo loco. Simplemente no es tan bueno como quiero que sea. Es mucho tormento y decidí que ya no quiero pasar por eso”.
“La presión me llevó a problemas con la bebida y todo tipo de odio hacia mí mismo cuando escribía, porque puse el listón muy alto. No es algo que extrañe”.
