«La espectacular venta del Hermès Birkin original de hoy… es una asombrosa demostración del poder de una leyenda y de su capacidad para encender la pasión y el deseo de los coleccionistas que buscan objetos excepcionales con una procedencia única, de poseer su origen», afirma Morgane Halimi, responsable mundial de bolsos y moda de Sotheby’s.
«Estoy asombrado por el resultado, pero, como coleccionista apasionado que soy, ante todo me conmueve profundamente la forma en que otros coleccionistas han invertido tanto fervor en tratar de adquirir lo que claramente deseaban más allá de toda explicación», afirma Benier, el vendedor del Birkin. «Me hizo revivir mi propia batalla de pujas, hace 25 años, y lo auténtica e indescriptible que fue la sensación de ganar este maravilloso bolso. Me da un poco de pena saber que el bolso ya no es mío, pero estoy muy feliz de que haya encontrado un nuevo hogar. Le deseo al nuevo propietario tanta felicidad como la que yo experimenté con él».
«Es muy difícil imaginar mi vida sin este bolso Birkin, pero soy feliz», declara Benier a Vogue tras la subasta, sosteniendo un ramo de flores rosas y blancas.
La subasta del día continúa, con más McQueen y algo de Galliano, pero la mayoría de los asistentes empiezan a dispersarse y charlar animadamente. El personal manda callar.
«He venido desde Londres para pujar por el Birkin de Jane Birkin», explica a Vogue Hanushka Toni, directora ejecutiva de Sellier, una plataforma británica de reventa de artículos de lujo. “Hermès es nuestro pan de cada día. Tenía la sospecha de que este sería el bolso más caro jamás vendido en una subasta, y me dieron la razón. Subí a 2 millones de euros. Pensé que la gente se retiraría a los 5 millones. Subir a 7 millones… ¡impacta, pero a la vez no!”
«Llevamos más de seis años trabajando Hermès, y la demanda no para de crecer», añade. «Ahora que todo el mundo tiene los modelos comerciales, como el Birkin 25, que se puede comprar en la reventa, la gente con dinero de verdad quiere estos bolsos únicos y especiales. Este bolso solo se ha subastado una o quizá dos veces en mi vida. Para mí era importante estar aquí. Quién sabe si volveré a tener la oportunidad de poseerlo».