La originalidad y las líneas rectas se apoderan del calzado en forma de botas de punta cuadrada
Si el otoño pasado la punta cuadrada la encontrábamos en bailarinas o mocasines, esta temporada otoño-invierno 2024/2025 el dictamen de las tendencias va muy al hilo de lo que ya disfrutamos: la punta cuadrada protagoniza las botas más apetecibles.
La clave de su éxito radica en su simplicidad: son un ejemplo perfecto de cómo lo minimalista puede resultar altamente llamativo. Estas botas destacan por su forma angular y definida, un contraste interesante frente a las puntas afiladas o los diseños peep-toes que hemos visto entre las más populares estos últimos meses –véase en Alaïa como una de las marcas que los incorporan–. La punta cuadrada no solo aporta un aire contemporáneo, sino que también resulta mucho más cómoda y sana para nuestros pies ya que los dedos de los pies adquieren un espacio mayor para mantener su fisionomía natural, no como sucede en el caso de unos stilettos, por ejemplo. La combinación de funcionalidad, comodidad y diseño dan lugar a la aleación perfecta que constituye una tendencia.
La fuerza de las líneas rectas y angulosas que constituye el diseño de las botas de punta cuadrada es clave a la hora de hablar de la tendencia y constituye una forma de power dressing.El minimalismo de estas botas no las hace aburridas, sino todo lo contrario, las hace poderosas gracias a su comodidad intrínseca y a la seriedad de su geometría. Su diseño depurado, mayoritariamente compuesto por materiales de calidad como el cuero, el ante o incluso la piel vegana, las coloca en el estamento del calzado multifacético perfecto para todo tipo de ocasiones. Predominan los tonos neutros como el negro, el marrón y el beige y algunas de ellas incorporan acabados como grabados en animal print, cremalleras o pespuntes a la vista.
Otro de los aspectos más interesantes de las botas de punta cuadrada es su versatilidad. Pueden tener tacones de cualquier altura y grosor y las versiones van desde alturas hasta el tobillo como otras hasta media pierna, existen unas para todo tipo de estilos. Además la puntera puede variar y aparecer más disimulada y cercana a las puntas en pico pero con el corte tajante cuadrado, como la opción que proponía Versace. Por su parte, Louis Vuitton jugaba con las texturas para destacar la parte del empeine de sus diseños de punta cuadrada.
Versace otoño-invierno 2024/2025
Louis Vuitton otoño-invierno 2024/2025
En cuanto al calzado que presentaba Acne Studios en su colección de otoño-invierno 2024/2025 destacaban las botas de punta cuadrada con detalles en forma de cremallera. Marni jugaba con la psicodelia y fusionaba el concepto de bota y bailarina y, a través del trampantojo, desembocaba en la punta cuadrada como una de las características de su calzado.
Acne Studios otoño-invierno 2024/2025
Marni otoño-invierno 2024/2025
Jonathan Anderson iba más allá en su colección para Loewe e incorporaba la punta cuadrada a botas de longitud a media y de cierta estética biker que se caracterizaban por incorporar grabados simulando la piel de cocodrilo y las hebillas características de las botas moteras. Prada también se inclinaba por las botas de punta cuadrada para los modelos más minimalistas en los que las costuras destacaban por sus hilos metalizados que las acercaban a la ilusión óptica de parecer pequeñas tachuelas incrustadas casi de manera microscópica.
Loewe otoño-invierno 2024/2025
Prada otoño-invierno 2024/2025