Las botas ‘pirata’ se cuelan entre las próximas tendencias
Para adivinar el futuro de la moda solo necesitamos mirar al pasado. Las fórmulas se reinventan una y otra vez y, en esta ocasión, le ha llegado el turno a las botas ‘pirata’. Si el año pasado veíamos irrumpir tímidamente al Medievalcore en las pasarelas y alfombras rojas, este año avanzamos un par de siglos en esa línea temporal y nos topamos con diseños que bien podrían haber estado guardados en el baúl de algún bucanero. Una tendencia curiosa, sí, pero con un espíritu aventurero muy necesario en los tiempos que corren.
Aunque en su versión más teatral (romantizada también por el cine. Hola, Jack Sparrow), el imaginario pirata se cuela en los desfiles, reinterpretado con materiales de lujo, cañas altas, pliegues suaves y muchas hebillas. Unos modelos que hablan de esa búsqueda constante de evasión, de romper con la rutina diaria y de explorar otros mundos a través de la moda. No sorprende por ello que firmas de renombre las hayan incluido con entusiasmo en sus colecciones otoño-invierno 2025/26, como un guiño nostálgico que conecta con el aura libre, rebelde y romántica de estos personajes legendarios.
Uno de los puntos de partida ha sido, sin duda, el renovado interés por las célebres Pirate Boots de Vivenne Westwood en redes sociales; un clásico que lucían Sienna Miller y Kate Moss a todas horas en los años 2000, y que ahora se remasteriza con nuevas interpretaciones. Sin ir más lejos, Miuccia Prada propone en Miu Miu botas con cañas ajustadas y arrugadas, pero con una hebilla vintage, mientras que la japonesa Onitsuka Tiger amplía un poco más la caña y deja que el material de la bota se pliegue por la pierna. Dolce & Gabbana le da un giro un poco más rebelde al concepto: añadiéndole suelas robustas, una caña recta y unas cuantas correas. Y, por su parte, Zimmermann y Ralph Lauren suben las botas incluso por encima de la rodilla y apuestan por una lectura más femenina al combinarlas con elegantes looks románticos y etéreos.
En realidad, esta tendencia no solo juega con lo estético, sino que encierra una interesante combinación de nostalgia con ansias de diversión. Combinadas con vestidos vaporosos boho, abrigos largos o faldas lápiz, estas botas se convierten en un símbolo de actitud y rebeldía. Un gesto estilístico que nos invita a explorar nuevos mundos esta próxima temporada.