Brillo en el pelo: el secador con el que lo consigo
Mi peluquera es una de las personas que más me conoce. Y no solo porque paso más de tres horas con ella cada vez que toca hacerme el color –las mechas babylight son un trabajo minucioso y como dijo Kim Kardashian “ser rubia es un trabajo a tiempo completo”–. Sino también porque a través del pelo y del cuero cabelludo se refleja nuestro estado de ánimo, posibles carencias de nutrientes, buenas o malas praxis en casa… A lo que hay que sumar todos esos momentos importantes que se comparten con los peluqueros de toda la vida, ya que cuando te casas, eres madre o vives un cambio importante, suele acompañarse de un nuevo look (o un nuevo peinado, al menos). El caso es que ella, mi peluquera desde hace más de 12 años, fue la que me dijo que notaba que tenía mucho más brillo en el pelo –uno de los mejores halagos que puedes recibir en materia capilar cuando se tiene el pelo largo y teñido de rubio–. Y todo desde que usaba el icónico secador Dyson Supersonic. Claro, en todas esas conversaciones que comparto con ella, le he contado las ganas que tenía de probar el secador (el hype en mi caso era real) y la mejora que he experimentado en mi rutina capilar desde que lo tengo (es ligero, rápido y silencioso, y eso se traduce en un secado más saludable y en menos tiempo).
Pero cuando me dijo que notaba que mi cabello tenía mucho más brillo, sabía que estaba siendo sincera y honesta. No era el típico cumplido para reafirmar mi adquisición, sino un análisis profesional de alguien que ve tu cabello muy de cerca y sabe por qué etapas pasa. De hecho, al tiempo que afirmaba algo que yo ya intuía, me decía que también lo había notado en otra de sus clientas (y no, mi peluquera no es embajadora de Dyson). Teniendo en cuenta que el pelo es un tema de interés general –preocupa a más del 99% de la población y basta con hacer una encuesta popular entre amigas para comprobar que se lleva peor el paso del tiempo en el pelo que en la piel–, que mi melena tenga más brillo es un gran halago. Y todo esto es una muestra más de que el secador más famoso del mundo –y por el que más me preguntan amigas y conocidas siempre bajo la misma premisa, ‘¿Merece la pena la inversión?’– tiene la fama que se merece. Sobre todo cuando usas secador a diario y el precio que pagas (a la larga) compensa.
Su nueva versión evita el sobresecado del cabello
El caso es que este archiconocido secador tiene una nueva versión que, después de usar durante un par de semanas (y a la espera del beneplácito de mi peluquera en la próxima visita) es incluso mejor que la anterior. Se llama Dyson Supersonic Nural y está pensado para cuidar también el cuero cabelludo, gracias a unos sensores capaces de medir la distancia entre el secador y el cabello (o cuero cabelludo) para ajustar automáticamente el flujo de aire y la temperatura y reforzar el brillo natural y proteger la salud capilar. Un secado inteligente que (puedo dar fé) confirma que he estado secando el pelo a demasiada velocidad y temperatura, ya que con este secador superinteligente nunca se pone al máximo y el tiempo de secado es el mismo, pero el daño es menor. “Ayuda a prevenir el sobresecado para que el pelo se vea más sano y sedoso”, nos explica Eva Comas Stokes, ingeniera senior en Dyson. Sí, sobresecamos el cabello y abusamos de la temperatura, lo que a la larga afecta al brillo. “La temperatura es clave si queremos secar el pelo lo más rápidamente posible, pero también juega un papel esencial la velocidad del aire (que con su fuerza retira el agua del pelo). Pero es importante tener en cuenta que podemos estar dañando el cabello si aplicamos demasiada temperatura. Nunca deberíamos exceder los 150 grados para evitar daños irreparables en el cabello y es por eso que este secador cuenta con un control de la temperatura inteligente, para asegurarse de que nunca se llegue a este límite», concluye.
