La redención de la parka: cuando la funcionalidad se convierte en el nuevo lenguaje del estilo, según Cameron Diaz
Hubo un tiempo en que la parka representaba la antítesis del estilo. Era esa prenda práctica, resistente, casi tosca, que nuestras madres insistían en ponernos para sobrevivir al frío camino del colegio o que ellas mismas cogían como primera prenda de abrigo que pillaban cuando las prisas eran las protagonistas. La odiábamos. Su tejido impermeable, sus bolsillos infinitos y su capucha con pelo sintético a veces parecían arruinar cualquier intento de sentirnos mínimamente cool. Y, sin embargo, el tiempo –ese gran estilista– ha decidido darle la vuelta a la historia y Cameron Diaz ha sucumbido a su encanto. Hoy, aquella prenda funcional que despreciábamos se alza como objeto de deseo en los armarios más sofisticados. Cameron Diaz, abanderada del estilo smart casual más californiano, ha vuelto a ponerla en el radar con un look que combina la naturalidad y la practicidad que tanto valoramos en la moda actual. Porque la parka, lejos de ser una reliquia de la infancia, encarna ahora el espíritu de una nueva estética: el workcore o el utilitarismo.
Inspirada en el vestuario utilitario y en las piezas de trabajo tradicionales como las chaquetas de mecánico, los pantalones cargo o las míticas Dr. Martens, la tendencia workcore redefine el concepto de lujo desde la autenticidad. No se trata de ostentar, sino de vestir con propósito y de reivindicar la funcionalidad como sinónimo de estilo. Y en esa narrativa, la parka ocupa un lugar privilegiado ya que es el abrigo que protege, envuelve y acompaña, pero también el que proyecta carácter y actitud.
La actriz apostaba por unos vaqueros rectos de lavado medio, de esos que sientan bien sin esfuerzo, combinados con unas zapatillas de inspiración running que aportaban dinamismo y ligereza al conjunto. Bajo la parka, una camisa de inspiración leñador introducía una nota de calidez y textura, evocando el espíritu workwear más auténtico. El gesto final, un bolso marrón de ante de líneas sencillas, aportaba el contrapunto perfecto de sofisticación discreta. El resultado: un look funcional y pulido que encarna esa naturalidad tan propia de Diaz.
Quizás no lo sabíamos entonces, pero aquella prenda que odiábamos de niñas escondía una lección de estilo. La moda verdadera siempre vuelve, pero lo hace transformada y hoy, la parka no solo nos resguarda del frío, sino que nos recuerda que el poder de una prenda no reside en su origen, sino en la forma en que decidimos llevarla.