Cansada y sin energía: la regla arcoíris de los 30 días
Lo de volver ‘con las pilas cargadas’ después de las vacaciones no sucede en mi vida. Y creo que tampoco en la de muchas otras personas, a juzgar por las conversaciones que he tenido con muchas mujeres de mi alrededor estas últimas semanas en las que la vuelta a la rutina ha sido poco (o nada) llevadera. “Vivo cansada”, me dice una compañera cuando le digo que el final del verano y el comienzo del otoño me están sentando especialmente mal. Me levanto sin fuerza y sin energía. Aparentemente cumplo con varios básicos de la vida sana como dieta equilibrada y ejercicio físico, aunque fallo en otros como controlar el estrés o dormir ocho horas. Historias personales aparte, la realidad es que estamos en un momento del año en el que el cansancio es generalizado. Así nos lo explica Catalina Fernández de Ana Portela. Ella es doctora en investigación clínica oncológica en la Universidad de Santiago de Compostela, bióloga, micóloga y CEO de Hifas da Terra, marca de suplementos especializada en hongos medicinales. “Después del verano hace falta detoxificar, limpiar los excesos que se han hecho con el alcohol, el dormir mal, poco, no haber tenido una rutina… y que acaban en el hígado y en la sangre, cargando el sistema linfático”, explica la experta. Y una manera de hacerlo es poniendo en práctica la regla arcoíris. “Incluye en tu dieta diaria todos los colores del arcoíris. Y así te aseguras de comer todos los activos y antioxidantes necesarios cada día”. Pero la doctora va más allá y aconseja esta regla a diario y otra fundamental para asegurarse el aporte necesario de micronutrientes, vitaminas y minerales como vitamina D, magnesio y calcio. Se trata de cerciorarse que al mes se tiene una mezcla variada de más de 30 frutas y verduras distintas. “Es importante no estar comiendo siempre manzana o lechuga, por ejemplo, sino que haya una combinación muy rica de frutas y verduras variadas y que podamos llegar a contar esas 30 piezas distintas porque cada una nos van a aportar minerales y vitaminas diferentes. Eso es la base de la dieta rica y variada”, apunta.
Un smoothie suplementado con vitamina D
Aunque no solo de vitamina D vive un organismo en buen estado, es cierto que se habla mucho de ella por dos motivos: su carencia es bastante generalizada e interviene en más de 200 funciones del cuerpo. La experta de Hifas da Terra confirma que precisamente en este momento en el que empieza a haber menos luz solar, es importante cuidar su aporte. Ella lo hace con un smoothie por la mañana lleno de color al que añade unas gotas de un suplemento con vitamina D. “Tiene pepino, manzana, frambuesa, un poco de leche de arroz y unas gotas de Cocovit-D”. Y recuerda la importancia de exponerse a la luz natural. “Incluso cuando nos exponemos, muchas veces no se termina de absorber bien por los filtros de protección solar. Por ello durante las primeras horas de la mañana o en las últimas de la tarde siempre se recomienda que haya un contacto directo entre la piel y el sol para que haya una reproducción notable de vitamina D”.
Cómo elegir suplementos orales
El nicho de mercado de la nutricosmética ha crecido de forma exponencial en los últimos años, pero ese boom tiene que ser analizado con criterio. “A la hora de elegir un suplemento lo primero que hay que tener en cuenta es medir desde dónde partimos cada uno, para así analizar las carencias que tenemos dentro de nuestra rutina. En otras palabras, saber lo que queremos para poder llegar a lo que nos está faltando”, explica la experta. Por ejemplo, en el caso del magnesio –otro de los minerales de los que más se habla últimamente porque, entre otras cosas, es precursor para que el cuerpo produzca su propia vitamina D–, la doctora confirma que es importante mantener controlados sus niveles pero solicitando una analítica para conocer sus niveles y ajustar la dosis de los suplementos.
En el caso de los suplementos con hongos medicinales, el gran valor añadido es que son sustancias adaptógenas. “Son aquellas que cuando las ingerimos, nos ayudan a adaptarnos mejor a las situaciones que estamos viviendo en ese momento. No actúan simplemente como un impulsor o un inhibidor, es decir, no están estimulando o deteniendo un proceso en el cuerpo, lo que hacen es modular y adaptarse. Esta es una de las enormes propiedades de los hongos medicinales. Ayudan a regular o modular el sistema inmunológico, no lo impulsan ni lo inhiben directamente, sino que ajustan su respuesta”, afirma la doctora, recalcando que los hongos son la principal apuesta de la oferta de Hifas da Terra precisamente por esto. Y añade una conclusión interesante sobre el bienestar. “La diferencia entre la salud y la enfermedad muchas veces radica en el tiempo de reacción del cuerpo. Todos los días nos enfrentamos a virus, bacterias y células que mutan. La clave está en cómo y cuándo responde nuestro cuerpo. Si reacciona rápidamente, podemos neutralizar esas amenazas antes de que se multipliquen. Si no lo hacemos a tiempo, estas amenazas se reproducen y se convierten en un ejército difícil de combatir. Trabajar en la prevención y entrenar nuestro sistema inmunológico es esencial”, concluye.