Cara Delevingne abraza su estilo propio y propone un traje de chaqueta para ser la mejor vestida en todos los eventos
Ni todo son vestidos vaporosos, tejidos satinados y estampados florales en una boda, ni todas las invitadas deseamos ajustarnos a ese molde romántico y tradicional que parece inamovible en este tipo de celebraciones. Cara Delevinge, uno de los perfiles más valientes de la industria de la moda, lo ha demostrado una vez más y con rotunda elegancia al acudir a la boda de Mel B –ex Spice Girl– en Londres enfundada en un traje de chaqueta que desafía las normas convencionales del vestuario de invitada.
La modelo y actriz ha abrazado la diversidad desde sus inicios y ha conseguido conformar un estilo propio que se aleja de las obviedades y que encaja a la perfección con ella misma y esta ocasión ha sido un claro ejemplo de ello. Cara Delevingne elevaba el concepto de look de invitada con una propuesta que va fue más allá de la estética y que rebosaba de actitud, autenticidad y empoderamiento. Ya sea desde la pasarela, la gran pantalla o su presencia pública, Cara ha utilizado su imagen no solo como escaparate, sino como un altavoz y su elección para esta boda no ha sido casual. Elegir un traje es reafirmar su derecho a seguir las tendencias desde su propio estilo.
El traje de chaqueta, históricamente asociado al poder masculino, se ha convertido en un emblema de fuerza femenina, o power dressing. Y es que esta combinación de dos piezas no es únicamente una mezcla posible a la que acudir, es un territorio conquistado. Cara Delevingne lo elegía no solo por su estética andrógina y minimalista, sino por el equilibrio que representa entre sensualidad y poder. El traje de sastre se vuelve símbolo de una feminidad que no necesita permiso, ni adornos y, mucho menos, aprobación. La libertad de género, la expresión sin límites y el valor de ser una misma, incluso –o especialmente– en los escenarios más formales rompe con las a etiquetas y las tendencias impuestas. El traje de chaqueta se convierte en un catalizador de la subversión.
La elección de Cara giraba en torno al color negro tanto para la americana y el pantalón como para la corbata que anudaba sobre su camisa blanca. A la combinación incorporaba un casquete con visera del que nacía una red de encaje que recogía su melena rubia aportando dramatismo a su estilismo. En definitiva, la modelo supo jugar con todos los significados de las piezas que compusieron su look para llevarlo a su terreno y convertirse en la fuente de inspiración de la que beberemos muchas de cara a nuestros próximos eventos.