Cass McCombs / Interior Live Oak – jenesaispop.com

Los discos largos, antiguamente conocidos como «discos dobles», son recibidos con todo el recelo del público en 2025. En parte, porque la gente ya no puede mantener la atención más de lo que dure un Reels. En parte, porque demasiado a menudo fueron fruto de un exceso de confianza en las capacidades propias por parte del artista. Saludos a los Metallica de ‘Load’ y ‘Reload’, a Billy Corgan, a la Alanis del segundo disco, también a los Clash de ‘Sandinista!’ y a todos los que han aburrido con su playlist alternativa «¡si esto era un álbum simple muy bueno!».

Solo algunas veces, los discos dobles o largos han probado un estado de gracia absoluto por parte del autor. Sin ser este 11º álbum de Cass McCombs algo del tamaño de ‘Blonde on Blonde‘, sí ofrece una gran colección de canciones que cumple el objetivo anunciado por su equipo de resultar dos cosas muy necesarias en estos casos: «conciso» y «variado».

‘Interior Live Oak’ supone el regreso del cantautor californiano al sello Domino tras la reciente reedición de sus primeros trabajos, y de alguna manera su intención ha sido justo recuperar la frescura de sus inicios. Ha vuelto a llamar a dos de sus primeros músicos, Jason Quever (Papercuts) y Chris Cohen, ha regresado a la Bahía de San Francisco y ha titulado el álbum como un árbol de hoja perenne muy común en su tierra original.

Las 16 composiciones son fuertes como la hoja de este roble, pues se benefician de todo lo aprendido por McCombs en sus dos décadas de experiencia. El artista que nos enamoró con aquella maravilla titulada ‘Dreams-Come-True-Girl’ lo hace ahora con el romanticismo de ‘Strawberry Moon’ o esa elegía que abre, ‘Priestess’. En esta confluye el amor por los ídolos musicales y el amor por nuestros seres queridos más cercanos. Dedicada a una amiga que falleció, contiene referencias a Ella Fitzgerald y a John Prine, pues ella solía cantar ‘Angel from Montgomery‘. Un tema que suena como una influencia decisiva en este álbum.

Los distintos géneros fluyen sin exabruptos, dejando la sensación de que Cass McCombs no dejará rincón de la americana sin explorar. La balada ‘A Girl Named Dogie’ termina entre solos de guitarra eléctrica y una especie de yodelling. En contraste con piezas de 6 y 7 minutos como la desértica ‘Who Removed the Cellar Door’ y «Lola Montez», siempre aparecen cortes de marcado carácter pop, muy breves y pegadizos, que nos hacen pensar en un artista más novel.

Las guitarras y la sección rítmica del single ‘Peace’ son pura alegría trotona. La rockera ‘Asphodel’ abre con brío el segundo LP en la edición vinilo, y otra canción accesible sin duda es ‘Juvenile’ al frente de lo que es la cara D. Un teclado de feria que ni Joe Crepúsculo protege esta composición marcada por los juegos de palabras sobre odiar el odio hacia las cosas. «Me gusta que me gusten las cosas, no me gusta que me disgusten las cosas», plantea antes de entregarse a las contradicciones y a una lista de cosas que son una «mierda». «Everything sucks» sería un título alternativo para esta composición de corte adolescente.

La madurez de Cass McCombs se nota sobre todo, además de en la belleza y contención de arreglos, slide guitars, mandolinas y vientos y cuerdas muy puntuales, en unos textos a los que el pop no está acostumbrado. ‘I’m Not Ashamed’ recita: «Sobre todo, fue tu cabello brillando en la oscuridad / Trenzado, inmune al viento / ¿Qué puedo decir que el viento no haya oído ya? / Viniendo y yendo en sus caminos libertinos».

La mencionada ‘Who Removed the Cellar Door’ se arrastra buscando puertas por las cataratas del Niágara, los montes de Mississippi y los terrones de Tennessee; mientras en ‘Home At Last’, la batería parece representar la dificultad con la que ha conseguido arrastrarse a casa; y la guitarra, su pesar por el camino.

Además, en el álbum no falta el humor: además de ‘Juvenile’, tenemos ‘Miss Mabee’, que hace honor a su irónico nombre para describir a una mujer impredecible, que tan pronto «te ata una bota», como muestra que le «importas un pito». Entretenido, tierno, divertido, lleno de anécdotas, historias y personajes en las que sumergirse que quizá él quiera explicar en alguna entrevista venidera, ‘Interior Live Oak’ mantiene el listón alto en la carrera de Cass McCombs. ¿Escuchará el mundo? ¿Al menos el de California?

Ver fuente

Farándula y Moda

Entrada siguiente

Instrument pour dessous Sphinx Wild avec IGT

Mié Ago 20 , 2025
Comparte en tus redes sociales Aisé Réceptionnez jusqu’à 1000 $ avec pourboire avec opportune Caveau Prime Cleopatra Diamond Spins Je veux distraire Sibylle en argent palpable ? Icy Wilds Ma accessoire vers dessous en compagnie de Spielo peut être abusée avec la plupart 6 arêtes des crédits, alors qu’ des […]

Puede que te guste