Cate Blanchett y el arte de reutilizar vestidos sobre la alfombra roja
El Festival Internacional de Cine de Venecia ya está en marcha, y con él regresan sus esperadas alfombras rojas. La primera de ellas, para la presentación La grazia (el nuevo proyecto de Paolo Sorrentino), reunió a algunas de las caras más conocidas del séptimo arte, aunque quien acaparó todas las miradas fue, como de costumbre, la incombustible Cate Blanchett.
La actriz australiana optó por la elegancia del negro, al igual que hizo durante el pasado Festival de Cannes, pero esta vez eligió un vestido que ya había lucido antes: un diseño customizado de Armani Privé con un profundo escote joya adornado con gruesas piedras negras. Posó colocando sus manos en los bolsillos que este tenía a la altura de las caderas y prescindió de todo tipo de adornos, a excepción de unos grandes pendientes de diamantes.
Blanchett estrenó esta pieza en los SAG Awards de 2022, cuando estuvo nominada por su interpretación en la cinta El callejón de las almas perdidas de Guillermo del Toro. Y ahora, el vestido cambia de escenario y se traslada desde aquella gala hollywoodiense hasta la Biennale, donde presenta La grazia (título que estrena en esta alfombra roja) y Father, Mother, Sister, Brother, de Jim Jarmusch. Un doblete que hará que la veamos desfilar nuevamente frente a las cámaras de los paparazzi en los próximos días.
Aunque pueda parecer un gesto menor (al fin y al cabo, todos repetimos ropa cada día), que una estrella del calibre de Cate Blanchett tenga la costumbre de reutilizar sus vestidos en este tipo de eventos de máxima visibilidad envía un poderoso mensaje de sostenibilidad y conciencia ambiental. Porque el buen gusto no está en estrenar constantemente, sino en saber cómo reinterpretar y dar nueva vida a los diseños. Y sí, pocas celebridades consiguen dar ejemplo con tanta soltura como ella.
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