Originalmente concebida como una prenda funcional en los Alpes, la chaqueta austríaca o trachten fue creada para resistir el clima frío y montañoso. Su confección en lana, sus detalles bordados y los botones de asta de ciervo son elementos que durante años resaltaron su origen rural, pero que sin embargo, con el tiempo han sido reinterpretados en el mundo de la moda hasta convertirse en la pieza que conocemos hoy. No en vano, durante el siglo XX, esta prenda comenzó a adoptar un nuevo estatus en los círculos más elitistas, convirtiéndose en un símbolo de distinción en las estaciones de esquí europeas y las mansiones de campo.
Por su parte, el estilo old money se caracteriza por su discreción y sofisticación, como ya explicamos en artículos como este. Es decir, cuando hablamos de old money, la intención no es ostentar riqueza, sino reflejarla a través de piezas clásicas, de calidad y sin pretensiones. Y claro, con tal definición, no es casualidad que sea aquí donde la chaqueta austríaca brilla: su diseño sencillo pero refinado la convierte en la prenda perfecta para quienes valoran la tradición y la exclusividad.
Y quizás precisamente por esto, esta temporada otoño/invierno 2024-2025, casas de moda como Loro Piana y Brunello Cucinelli han dado su propia versión de la chaqueta austríaca, manteniendo su esencia, pero adaptándola a la vida moderna con materiales más ligeros y colores neutros que encajan perfectamente en un look de ciudad o una escapada campestre.
Pero, ¿cómo podemos exactamente incorporar esta pieza que nos acompañó a muchas durante nuestra infancia a nuestro armario actual? Pues bien, el secreto está aquí en la sobriedad. Combínala con piezas de sastrería como pantalones de lana o faldas midi, y acompáñala con mocasines o botas ecuestres. Los tonos tierra, como el verde musgo, marrón y gris, son los favoritos para lograr ese aire aristocrático que caracteriza al ya mencionado estilo old money.
Y es que si bien esta estética siempre ha preferido piezas clásicas, la chaqueta austríaca encarna esa idea de lujo duradero y funcional. Su capacidad para adaptarse a los tiempos sin perder su esencia la convierte en una prenda clave que no solo es tendencia esta temporada, sino que promete mantenerse como un básico del armario durante años. Así que ya lo sabes: este otoño/invierno, la clave de tu estilo más refinado está en aquellos looks que luciste para ir a la guardería. Esta vez, eso sí, sustituyendo el uniforme por prendas con tintes ecuestres y, por qué no, también algún accesorio inesperado como unos maxi pendientes dorados o un pañuelo anudado al cuello que aporte un toque de color. Sea como fuere, una cosa está clara: la chaqueta austríaca está de vuelta y nuestra yo más nostálgica, también.